El adinerado terrateniente musulmán Haji Rasheed asesinó a balazos a Ayaan Masih, un niño cristiano de dos años, en el distrito de Nazimabad, en Faisalabad (Pakistán), a inicios de mayo.
Según informa la agencia vaticana Fides, Haji Rasheed contrató días antes a Samsoon Masih, padre de Ayaan, para pintar su casa. Cuando Samsoon casi había terminado su trabajo pidió el pago por el servicio, pero el musulmán se negó.
Ante la negativa del pago, el trabajador cristiano dijo que no trabajaría más en la casa de Rasheed.Como represalia, el adinerado musulmán, acompañado de su hijo Bahsrat, irrumpió el 3 de mayo en la vivienda de Samsoon, disparando indiscriminadamente.
Producto de la balacera resultaron heridos Samsoon y su padre, Ishaq Masih. El pequeño Ayaan recibió una bala en la cabeza y murió instantáneamente.
Los dos musulmanes fueron detenidos por las autoridades policiales, en el inicio de la investigación.
Aneeqa Maria Anthony, abogada y coordinadora de la organización The Voice, que ha asumido la asesoría legal de la familia Masih, expresó su tristeza por la noticia, pues “un niño inocente fue asesinado por un mezquino contrato para pintar una casa. Eso es inhumano”.
La abogada exigió que el gobierno de Pakistán desarrolle “un sentido de paciencia e igualdad en la sociedad”.
“Los musulmanes no deben considerar a los miembros de otras religiones insectos o animales que pueden ser asesinados con impunidad”, señaló, y aseguró que “haremos lo mejor que podamos para obtener justicia”.