El presidente del Pontificio Consejo para la Familia, Mons. Vincenzo Paglia estuvo recientemente en Cuba. Interrogado esta semana por Zenit sobre la experiencia vivida, señaló que en la Isla se vive una primavera de la fe que tiene que ser apoyada.
(Zenit) Mons. Paglia anuncia también que una comisión estudia el milagro que abriría las puertas a la beatificación del venerable Félix Varela, y que este clérigo y patriota cubano que vivió en el exilio, es un modelo válido en el actual acercamiento entre Washington y La Habana que estamos viviendo.
A continuación la entrevista.
¿Usted ha estado recientemente en Cuba, verdad?
Sí, allí he visto al cardenal Ortega, a grupos de laicos muy vivaces, a la comunidad de San Egidio que tiene una hermosa relación con el mundo de los jóvenes, quienes tendrán un rol muy importante en la perspectiva del renacimiento de la Iglesia cubana. Creo que la Iglesia se encuentra en una primavera que tiene que ser apoyada.
¿El motivo de su viaje tiene relación con la causa de beatificación de Félix Varela?
He estado en el congreso de la Iglesia Cubana en donde he recordado al venerable Félix Varela, del que he sido nombrado postulador de la causa de beatificación. Estamos esperando el milagro que permita su beatificación, pero sobre todo he hablado en Cuba de la importancia de descubrir la figura de Félix Varela como hombre de Dios, hombre de Iglesia, y hombre también de la sociedad, como una sola cosa.
La inspiración religiosa que tenía Varela era el motivo por el cual él hablaba de la independencia del pueblo cubano y de la liberación de los esclavos, llegando también a ser acusado y arriesgando la pena de muerte, motivo por el cual tuvo que huir a Estados Unidos a la ciudad de Nueva York.
¿O sea que el venerable Varela fue un cubano exiliado que está relacionado con la evangelización de EE.UU?
Lamentablemente, esto es olvidado muchas veces, ya que Varela fue el fundador de la Iglesia local de New York, al punto que le habían propuesto como arzobispo. Y fue el Gobierno de Madrid que intervino en Roma para que fuera excluido. Y entre los años 1823 a 1853, si no me equivoco, creó en Nueva York la parroquia de la Transfiguración, volviéndola ejemplar en un momento de gran inmigración hacia Estados Unidos. Él tuvo la intuición de no crear parroquias lingüísticas, sino que hizo de la suya una plurilingüe, invitando para ello a diversos sacerdotes de manera que edificaran en su parroquia una comunidad cristiana, evitando así de crear guetos.
Y respecto a la situación actual…
En este sentido la figura de Varela tiene que ser descubierta también con ese color nuevo que nosotros estamos viviendo en la realidad de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Varela es un puente construido desde hace tiempo que va no solamente descubierto pero recorrido nuevamente con mayor audacia.
¿Sobre el milagro que lo llevaría a la beatificación?
Estamos esperando, tenemos alguna idea y deseo que pueda ser verificado. La comisión para el examen del milagro ya ha sido instituida. Deseo que esto suceda porque si el tribunal juzgara positivo el resultado del milagro,se abriría el camino hacia la beatificación.