Los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, han sido hoy padres de un niño, que viene a ocupar el tercer puesto en la línea de sucesión a la corona británica, después de su padre y de su abuelo, el príncipe Carlos.
El niño, que nació por parto natural en el hospital St.Mary de Londres, es el primer nieto del príncipe de Gales y el tercer bisnieto de la reina Isabel II de Inglaterra.
Catalina ha dado a luz dos años y tres meses después de casarse con el príncipe Guillermo en la Abadía de Westminster, donde entró como Kate Middleton y salió como Catalina, duquesa de Cambridge, en una ceremonia que recibió una gran atención mediática.
El hijo de los duques de Cambridge ha nacido en una exclusiva sala privada del hospital St Mary, llamada "La Lindo", la misma unidad en la que tuvo sus dos hijos la fallecida princesa Diana de Gales -Guillermo, en 1982, y Enrique, 1984-.
El "bebé real", como le llama la prensa, ha recibido una enorme atención mediática, con numerosas cámaras de televisión de todo el mundo que se han acercado hasta el hospital St. Mary.
Catalina recibió la atención de un equipo médico encabezado por el doctor Marcus Setchell, antiguo ginecólogo de la reina Isabel II, y que también estuvo al frente del parto de los dos hijos de la condesa de Wessex, Sophie Rhys-Jones, esposa del príncipe Eduardo, el hijo menor de la soberana británica.
El equipo médico que atendió a Catalina ha estado además formado por el ginecólogo Alan Farthing, muy conocido en el Reino Unido por haber estao comprometido con la expresentadora de la cadena BBC Jill Dando, asesinada de un tiro en la cabeza en 1999.
Hasta ahora no se ha especificado dónde vivirán los duques con el recién nacido, puesto que aún continúan los trabajos de renovación de su apartamento en el Palacio de Kensington, en Londres.
No obstante, los medios británicos creen que la pareja podría alojarse en la residencia de Amner Hall, una propiedad de Isabel II en los terrenos de Sandringham, al sureste de Inglaterra.
Además, el duque de Cambridge se tomará probablemente unas dos semanas de permiso de paternidad de su trabajo como piloto de helicópteros de búsqueda y rescate de la Real Fuerza Aérea (RAF).
El niño ha nacido después de que el Parlamento de Westminster hiciera cambios en la legislación sobre la sucesión al trono británico, vigente desde hace 300 años y que hasta ahora daba prioridad al varón, independientemente de que tuviera una hermana mayor.
La nueva legislación fue sancionada por la reina el pasado mes de abril después de un largo proceso parlamentario.
Esta ley elimina entonces la primacía del varón para reinar (a menos que el soberano solo tenga hijas mujeres, como ocurrió con Jorge VI), y permitirá, además, que los miembros de la familia real puedan casarse con católicos, sin que ello les suponga ser apartados de la línea de sucesión.
La decisión de modificar la ley fue tomada por el primer ministro británico, David Cameron, y anunciada en Australia en octubre de 2011 durante la reunión de la Commonwealth.
Entre los miembros de la familia real que debieron renunciar a sus derechos sucesorios figuran el príncipe Michael de Kent al casarse en 1978 con la católica Marie Von Reibnitz, más conocida como princesa Michele de Kent. EFE