El presidente de Bolivia, Evo Morales, aceptó hoy las disculpas presentadas
por Francia, España, Italia y Portugal por los problemas que afectaron su
regreso en avión desde Rusia el 2 de julio y anunció que los embajadores
latinoamericanos llamados a consulta por ese motivo retornarán a sus
puestos.
"Aceptamos las disculpas de los cuatro países como un primer paso porque queremos continuar con relaciones de respeto entre nuestros países, relaciones de complementariedad y solidaridad", sostuvo el mandatario en una declaración a los periodistas.
El mandatario agregó que, en consecuencia, en coordinación con los Gobiernos que llamaron a consultas a sus diplomáticos en esos países europeos "se ha acordado el retorno" de los embajadores.
"No guardo rencor, ni resentimiento. Los movimientos sociales no somos vengativos, especialmente el movimiento indígena al cual represento", agregó el gobernante boliviano, tras una reunión celebrada con su Consejo de Ministros en el Palacio de Gobierno.
Dijo que el mundo fue testigo de la violación de la inmunidad diplomática y reiteró que se trató de un "acto de agresión arbitraria, colonial, inamistosa, humillante e inaceptable".
El pasado 2 de julio Morales quedó varado en Austria cuando retornaba a Bolivia desde Rusia porque Italia, Portugal y Francia le revocaron los permisos para aterrizar o sobrevolar por sus territorios debido a la sospecha de que a bordo de su avión viajaba el extécnico de la CIA Edward Snowden.
Snowden, reclamado por Estados Unidos por revelar operaciones de espionaje, permanece desde junio pasado en la zona de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremétievo.
Morales incluyó en su protesta a España, porque, según dijo, el embajador español en Viena, Alberto Carnero, quiso revisar su aeronave para verificar si el estadounidense viajaba o no con él.
El gobernante volvió a agradecer la unidad mostrada por la región en su caso y la solidaridad expresada por los gobiernos de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), el Mercosur, la Organización de Estados Americanos y los Países No Alineados, entre otros bloques.
También subrayó que su Gobierno condena "las acciones de espionaje de los Estados Unidos contra sus propios ciudadanos, contra sus países aliados de la OTAN y contra el mundo entero".
"El espionaje constituye una violación a los derechos humanos y a la privacidad y a las libertades públicas", agregó.
El mandatario ha acusado insistentemente en los últimos días a Estados Unidos de haber presionado a las cuatro naciones europeas para que pusieran trabas a su vuelo cuando retornaba de Moscú a La Paz.
Hoy agregó que su país "se reserva el derecho de continuar con las acciones emprendidas ante organismos internacionales y el acudir a instancias que crea necesarias para lograr una completa reparación frente" a la agresión sufrida, para que no se repita.
"Aceptamos las disculpas de los cuatro países como un primer paso porque queremos continuar con relaciones de respeto entre nuestros países, relaciones de complementariedad y solidaridad", sostuvo el mandatario en una declaración a los periodistas.
El mandatario agregó que, en consecuencia, en coordinación con los Gobiernos que llamaron a consultas a sus diplomáticos en esos países europeos "se ha acordado el retorno" de los embajadores.
"No guardo rencor, ni resentimiento. Los movimientos sociales no somos vengativos, especialmente el movimiento indígena al cual represento", agregó el gobernante boliviano, tras una reunión celebrada con su Consejo de Ministros en el Palacio de Gobierno.
Dijo que el mundo fue testigo de la violación de la inmunidad diplomática y reiteró que se trató de un "acto de agresión arbitraria, colonial, inamistosa, humillante e inaceptable".
El pasado 2 de julio Morales quedó varado en Austria cuando retornaba a Bolivia desde Rusia porque Italia, Portugal y Francia le revocaron los permisos para aterrizar o sobrevolar por sus territorios debido a la sospecha de que a bordo de su avión viajaba el extécnico de la CIA Edward Snowden.
Snowden, reclamado por Estados Unidos por revelar operaciones de espionaje, permanece desde junio pasado en la zona de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremétievo.
Morales incluyó en su protesta a España, porque, según dijo, el embajador español en Viena, Alberto Carnero, quiso revisar su aeronave para verificar si el estadounidense viajaba o no con él.
El gobernante volvió a agradecer la unidad mostrada por la región en su caso y la solidaridad expresada por los gobiernos de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), el Mercosur, la Organización de Estados Americanos y los Países No Alineados, entre otros bloques.
También subrayó que su Gobierno condena "las acciones de espionaje de los Estados Unidos contra sus propios ciudadanos, contra sus países aliados de la OTAN y contra el mundo entero".
"El espionaje constituye una violación a los derechos humanos y a la privacidad y a las libertades públicas", agregó.
El mandatario ha acusado insistentemente en los últimos días a Estados Unidos de haber presionado a las cuatro naciones europeas para que pusieran trabas a su vuelo cuando retornaba de Moscú a La Paz.
Hoy agregó que su país "se reserva el derecho de continuar con las acciones emprendidas ante organismos internacionales y el acudir a instancias que crea necesarias para lograr una completa reparación frente" a la agresión sufrida, para que no se repita.