Cada año, en el mes de julio, se celebra el día de los Padres; durante todo el mes se reconoce el esfuerzo, la responsabilidad y empeño que ponen muchos hombres para ofrecerle el mejor ejemplo a sus hijos.
El padre, es parte fundamental en el desarrollo de sus descendientes, ya que sin la figura paterna la familia carece de sentido, porque es una de las columnas principales del hogar, y al faltar, no existiría una verdadera armonía entre ellos. Un padre responsable se preocupa por trasmitir los valores y los principios humanos a la generación siguiente, y así esta, continúa honrando este valioso nombre, “Papá”.
Cuando el niño comienza a coordinar las ideas en su coeficiente intelectual, cuando comienza a hablar, su segunda expresión, casi siempre es “Papá”. Con esto reconoce, que este gran hombre constituye una de las partes esenciales de su ser, que tiene algunas de sus características grabadas en la piel, y que poco a poco va haciendo conciencia que por medio de él y de su madre, ha logrado venir a este mundo a compartir con los demás, a forjar su propio destino y a contribuir a la armonía de la sociedad.
Sin embargo, hay que ser realista, cada vez son más las mujeres que terminan criando a sus hijos solas, sin apoyo de un hombre, sacrificándose en cuerpo y alma, resistiendo toda clase de penurias para no dejar morir la criatura que Dios le regaló, llegando inclusive a convertirse en padre, porque quien lo era, decidió alejarse, como si nada, sin analizar las consecuencias que podría generar su actitud hacía la mujer como a los futuros hijos; se le escapó que todo en la vida deja cicatrices, marcas que ni el tiempo borra, sino que se conservan por el resto de los años de nuestra existencia.
Cría fama y acuéstate a dormir, ha dicho el refrán.
Digo esto, porque existen hombres que han dejado su pellejo por la educación y la formación de sus hijos, diferente a otros, que nunca fueron capaces de reconocer el valor de un hijo. Por consiguiente, cada padre tendrá la fama que construya, será buena o mala, digna e indigna, de acuerdo a como viva, porque el cariño, el respeto y la obediencia de un hijo hacía su padre, no se exige, sino que se gana; no con dinero ni con lujos, sino con el testimonio, y siendo fiel al compromiso paterno.
Papá, tu imagen está empañada, muchos están dañando el trabajo que por tantos años has construido, solo te miran como el que se esfuerza al máximo para mantener a su familia económicamente, ignorando en ocasiones, que tú también te sacrificas, que ofreces tu apoyo moral, espiritual y sentimental, y que tuviste que renunciar a muchos sueños para ser ejemplo para tus hijos. Pero no te preocupes, tienes un gran reto a vencer, desde hoy tendrás que cambiar la página y colocar las fichas en su lugar…