Soldado de mil batallas, hombre firme y de principios férreos, ese es mi amigo hermano de tantos y tantos años Leoncio Compres, con el que he compartido momentos dulces y amargos hoy muestro mi impotencia al verlo languidecer con una mortífera enfermedad que amenaza con reducir su existencia.
Sumido en el olvido de quienes están llamados a socorrer a los que menos tienen, el comunicador es sometido a constantes tratamientos médicos que incluyen dializarse dos veces a la semana lo que constituye una carga pesada para su vida.
Todo un historial de vida profesional apegado a la ética y al profesionalismo. Leoncio Compres ha forjado en su paso por la vida un gran legado el cual hemos heredado quienes hemos estado siempre a su lado.
La mano amiga del juez de la Junta Central Electoral, Eddy Olivares y del Ministro de las Fuerzas Armadas, el correcto almirante Sigfrido Pared Pérez siempre han estado prestas a tender la mano amiga a Compres, quien desde el lugar de su lecho agradece siempre el gesto de desprendimiento de estas dos personalidades.
De su esposa Francis Gerónimo que nunca lo abandona y que se ha convertido en este momento tan difícil por el que está atravesando en su almohada de cabecera.
Una parte de su cuerpo mutilado por la odiosa enfermedad de la diabetes la que se complica con problemas renales lo mantiene en cama e impedido de continuar llevando su vida habitual a los que nos acostumbró y tanto aprendimos de él.
¡Solidaridad!, ¡Solidaridad”, compañeros periodistas es solo lo que les pido en este momento en que el amigo y el hermano atraviesa por uno de los momentos más difíciles de su vida.
¡Solidaridad! Y ayuda señores funcionarios y usted presidente Danilo Medina que ha dado muestra de sensibilidad ante circunstancias de esta y otras naturaleza.
Ahora más que nunca se necesita la solidaridad con Leoncio Compres, de la misma manera en que siempre él lo ha sido con otros.
O es que acaso esperaremos que se nos vaya para reconocer sus virtudes y sus grandes dotes.
¡Firmeza! Leoncio Compres, aunque muchos hoy ten han abandonado Dios y quienes hemos sido tus verdaderos amigos estaremos siempre de la mano contigo hasta que llegue el momento final en que el todopoderoso así lo decida.
Autor: Féliz Rubio