Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, dijo ayer que las políticas económicas del mundo socialista y el capitalismo feroz, no han podido resolver la crisis económica y de alimentos mundial, porque su fundamento filosófico es el dinero.
Sin embargo, el Arzobispo de Santiago, resaltó los aportes de la economía solidaria que impulsan las cooperativas que aplican un sistema de ayuda mutua.
“Nuestra generación es testigo de cómo las economías que hemos conocido como las del mundo comunista, en la ex URSS, o la del mundo capitalista y el “capitalismo feroz”, no han resuelto el problema de la humanidad, el problema económico, porque esas economías estaban fundamentadas no en el ser humano, sino en el dinero”, explicó.
Monseñor de la Rosa y Carpio, analizó el tema al recordar la semana pasada, el Día del Cooperativismo, en el marco del Día Internacional de las Cooperativas.
“Pensemos en esa otra forma que es la que va a configurar la economía del mundo, es una economía en la que ha de encontrarse la solidaridad, la cooperación, la ayuda mutua, será una economía humana”, dijo.
Sin embargo, el Arzobispo de Santiago, resaltó los aportes de la economía solidaria que impulsan las cooperativas que aplican un sistema de ayuda mutua.
“Nuestra generación es testigo de cómo las economías que hemos conocido como las del mundo comunista, en la ex URSS, o la del mundo capitalista y el “capitalismo feroz”, no han resuelto el problema de la humanidad, el problema económico, porque esas economías estaban fundamentadas no en el ser humano, sino en el dinero”, explicó.
Monseñor de la Rosa y Carpio, analizó el tema al recordar la semana pasada, el Día del Cooperativismo, en el marco del Día Internacional de las Cooperativas.
“Pensemos en esa otra forma que es la que va a configurar la economía del mundo, es una economía en la que ha de encontrarse la solidaridad, la cooperación, la ayuda mutua, será una economía humana”, dijo.