El presidente de la Pastoral Juvenil, padre Luis Rosario, lamentó ayer que el presidente Danilo Medina haya observado y devuelto a la Cámara de Diputados la Ley que contiene el Código Penal y lo relativo al aborto.
“¡Qué decepción, Sr. Presidente! Usted ha hecho lo que nunca se hizo: Abrirle las puertas al aborto “legal” en la República Dominicana. De corazón le deseo que Dios lo perdone”, dijo Rosario, en una carta pública dirigida al jefe de Estado.
Indicó que con la decisión, el cuidado y protección del matrimonio y la familia, que la constitución de la República pone en manos del Estado, se tambalea, “cuando en alguna forma se viola el derecho a la vida de los más inocentes y se abren las puertas a la búsqueda de soluciones fáciles a posibles situaciones incómodas que se produzcan como resultado de la actividad sexual, muchas veces descontrolada”.
Expuso que el precedente de Loma Miranda, le permite desconfiar de que el Congreso sea también coherente con la posición que tomó y que permitió que el Proyecto de Código llegara a sus manos para la promulgación, que consideró “abortada”.
“El fin último no es defender a la mujer, madre embarazada, en riesgo de salud, sino simplemente que se abran las puertas al aborto”. Significó que cuando ya las puertas estén legalmente abiertas, ya nadie preguntará si el aborto se practica por razón eugenésica, por violación, por razones económicas y sociales, o “terapéuticas” como eufemísticamente se le llama al que parece más convincente para la opinión pública”, afirmó.
Expuso que la devolución al Congreso de la pieza le ha abierto las puertas a este tipo de solución a través del aborto, para lo cual, a su decir, sólo falta un empujoncito de parte de los legisladores.
Dijo que el tema de la sexualidad amerita un trato respetuoso, al entender que hay valores trascendentales de por medio, como es la vida, la felicidad, el respeto a sí mismo/a y a los demás, la visión del hombre en relación a la mujer y la visión de la mujer en relación al hombre, y sobre todo el amor.
“No es un juego de niños/as, sino tal vez el valor más sagrado que tiene la existencia humana, que merece ser tratado con respeto y dignidad”, subrayó.
Rosario arguyó que, en el pasado y también en el presente, el tema de la sexualidad ha sido en algo tabú en ciertos contextos, no sólo el religioso, al entender que, de un tema tabú no puede pasar a recibir un manejo que caiga en la “cualquerización”, sin ningún tipo de referencia ética, que mire como normal la adopción de medidas abortivas.
“Mientras en ciertos contextos el tema de la sexualidad ha sido tabú, ha coexistido una cultura permisiva y que empuja a la permisividad, en perjuicio sobre todo del matrimonio y la familia”, dijo.