Se fue a morar a la casa del Señor, el Arzobispo Emérito de la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros, monseñor Juan Antonio Flores Santana, luego de complicaciones surgidas de un accidente hogareño.
Monseñor Flores fue el raro caso de un místico con los pies bien puestos en la tierra. De su espiritualidad pueden dar testimonio todos los que tuvieron contacto con él en su larga labor pastoral, que incluyó el Obispado de La Vega y la Arquidiócesis de Santiago de los Caballeros.
Fue además vicerrector de la Universidad Católica Madre y Maestra, entre otras funciones académicas.
Este hombre humilde y sencillo, fue también un fundador de instituciones y parroquias en las diócesis en las que le correspondió ejercer su ministerio. La Vega y Santiago recibieron la influencia bienhechora de su fecundidad pastoral y de su vida al servicio de Dios en la tierra.
Monseñor Flores se nos ha ido luego de una larga enfermedad. Nos queda su obra y el recuerdo de su espiritualidad.