El cardenal Robert Sarah ha remarcado la conexión entre caridad y predicación del Evangelio, diciendo que mientras las necesidades prácticas de los pobres son importantes, los cristianos pueden dar algo más esencial: a Jesucristo. El prelado, citando a Benedicto XVI, le dijo a CNA que «la caridad está muy relacionada con la proclamación del Evangelio y practicar la caridad no es sólo dar comida, dar cosas materiales, sino también dar a Dios. Porque la principal carencia del hombre es no tener a Dios».
(CNA/InfoCatólica) El cardenal encabeza el Consejo Pontificio de la Santa Sede Cor Unum, el cual supervisa las organizaciones de caridad católicas y las agencias de ayuda humanitaria e hizo estas declaraciones durante el Foro de liderazgo para la nueva confederación Caritas in Veritate internacional, que tuvo lugar entre el 4 y el 9 de noviembre en Roma.
La confederación está inspirada por las encíclicas de Benedicto «Deus Caritas est» y «Caritas in Veritate». La organización está formada por comunidades católicas, grupos internacionales e instituciones caritativas que están implicadas en misiones en ochenta países a lo largo del mundo.
Hambre espiritual
El cardenal Sarah se dirigió a la conferencia sobre «Caritas in Veritate». El purpurad explicó que la peor discriminación contra los pobres no es rechazar darles comida, sino darles sólo comida y rechazar darles el Evangelio.
«Es muy importante expresar que el hambre que sufrimos hoy es no tener a Dios en nuestra vida, en nuestra sociedad», el cardenal dijo el siete de noviembre.
Explicó que las encíclicas de Benedicto XVI insisten en que la caridad es el camino con el que expresamos nuestra fe. A pesar de que dar comida es necesario, «la principal comida es Dios».
El cardenal contó una historia de uno de sus dos viajes a Siria para visitar a los refugiados. Encontró un niño pequeño que le preguntó: «¿Existe Dios realmente?, ¿Porqué dejó que mi padre fuera asesinado?».
Éste niño lo tenía todo, observaó el cardenal, incluyendo comida y medicinas, pero carecíade la cosa más esencial, que es la certeza de que Dios existe y está cerca de él.
«La caridad hoy no son sólo actos de trabajo social, de asistencia material, sino realmentellevar el Evangelio a la gente».
P. Cantalamessa
El padre Raniero Cantalamessa, predicador de la Casa Pontificia, también habló para el Foro de liderazgo de Caritas in Veritate internacional. Ofreció algunas reflexiones sobre el amor que fueron tomadas de predicaciones que había dado a los papas durante su época como predicador papal.
El padre Cantalamessa fue nombrado predicador de la Casa Pontificia durante el pontificado de San Juan Pablo II en 1980. En este rol predica al papa, los cardenales, y la curia romana cada viernes por la mañana durante la cuaresma y el adviento. Dijo que la presentación de la Verdad es esencial junto con dar ayuda caritativa.
«Podríamos traducir Verdad por Jesucristo, porque Él dijo «Yo soy la Verdad», dijo el predicador papal a CNA el siete de noviembre.
El padre Cantalamessa explicó que por esta razón Benedicto XVI decía que ser cristiano no significa adherirse a teorías o una doctrina específica o sistema. Más bien, significa adherirse a una persona, Jesús, que se identifica a sí mismo con la Verdad.
Caridad y verdad
La caridad necesita siempre estar conectada con la verdad, si no es sólo asistencia social, dijo. Mientras esto es bueno, puede ser hecho por cualquiera.
«Los cristianos tienen una razón adicional para estar cerca de los pobres y necesitados, y eso es porque Jesús se identifica él mismo con ellos cuando dijo 'lo que le hagáis a ellos, me lo hacéis a mi'», continuó el predicador, aludiendo al capítulo 25 del Evangelio según San Mateo.
Las obras de caridad y la evangelización deben siempre ir mano a mano, observó el P. Cantalamessa, porque siempre están unidas en la vida de Jesús, que predicó la Buena Nueva pero también cuidó de los enfermos y alimentó a los hambrientos.
Verderos evangelizadores
El cardenal Sarah dio voz a la esperanza de que los participantes en la conferencia irán y proclamarán el amor de Dios con la solidaridad de dar comida y dar el Evangelio. Explicó: «cuando somos bautizados, tenemos la luz de Dios, así que tenemos que ser la luz de Dios vista en el mundo. Así que también espero que esta gente vuelva a casa y sean verdaderos evangelizadores, llevando el Evangelio a la gente, no sólo comida.»
Los proyectos del Consejo Pontificio Cor Unum incluyen la organización de los esfuerzos de ayuda en Siria, dando particular énfasis en asistir a familias que no tienen casas o comida.
Muchas familias sirias aún están en esta situación, dijo. Explicó que el objetivo de Cor Unum es llevar comida y también la consolación de Dios, «porque cuando el hombre está sufriendo, Dios está muy cerca de él. Así que esto también es muy importante, dar comida y traer a Dios a los que sufren».