Los restos del arzobispo emérito de Santiago, monseñor Juan Antonio Flores Santana, que el domingo murió a la edad de 87 años, fueron expuestos ayer en la catedral Inmaculada Concepción de esta ciudad, donde el obispo de aquí, Antonio Camilo González, en presencia de autoridades eclesiásticas y civiles, así como sacerdotes y feligreses, ofició una misa de cuerpo presente.
En la eucaristía también estaban presentes el arzobispo metropolitano de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa Carpio, y el obispo de San Francisco de Macorís, Fausto Mejía Vallejo, así como la mayoría de los sacerdotes, diáconos y presidentes de asambleas del obispado de La Vega.
Camilo González dijo que se reunieron en la catedral Inmaculada Concepción en un tributo de recuerdo y de gratitud a monseñor Flores Santana por las obras y su vida sacerdotal que ejerció en La Vega por más de 26 años.
Subrayó que con sentimiento y actitud cristiana, recibieron en la Catedral de La Vega los restos de monseñor Juan Antonio Flores Santana, la cual construyó y consagró para Dios en 1992. El obispo pidió a Dios para que ilumine a los demás para que los pasos del fenecido arzobispo de Santiago de servir con amor al prójimo y de seguimiento a Jesucristo. Sostuvo que Flores Santana, ejerció el sacerdocio con humildad y que eso lo hizo bien grande, al tiempo que resaltó las obras de bien social que promovió y realizó aquí, San Francisco de Macorís y Santiago, donde le tocó realizar su labor episcopal. “En esta celebración eucarística de cuerpo presente, agradecemos a monseñor De la Rosa y Carpio, como arzobispo de Santiago, el que nos haya permitido traer aquí a monseñor Flores Santana, que permaneció durante 26 años como obispo de la Diócesis de La Vega”, expresó.
En opinión del obispo vegano, el fallecido arzobispo, fue el pastor y padre espiritual de toda esta región. El religioso manifestó que como pastor y obispo de La Vega, monseñor Flores Santana, visitaba los hogares, las escuelas y otros lugares donde llevaba el evangelio y alentaba a los jóvenes a que continuaran sus estudios. Indicó que tal como decía Flores Santana, el buen pastor se distingue por su vocación al sacrificio y de servicio a los demás, sobre todo a los más necesitados.
LAS HONRAS FÚNEBRES
Ayer, los restos fueron expuestos de 9:00 AM a 12:00 M en la Funeraria Blandino y luego trasladados a la catedral de La Vega. Hoy estarán expuestos desde las 9:00 AM en la catedral Santiago Apóstol y a las 3:00 PM el arzobispo de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa Carpio, oficiará una misa y luego se le dará cristiana sepultura en ese mismo lugar. Juan Antonio Flores Santana nació el 3 de julio de 1927, en Boca de Licey, Tamboril, en el seno de una familia católica e ingresó en 1941 al Seminario Menor Padre Fantino del Santo Cerro, La Vega, dirigido por padres jesuitas.
Ayer, los restos fueron expuestos de 9:00 AM a 12:00 M en la Funeraria Blandino y luego trasladados a la catedral de La Vega. Hoy estarán expuestos desde las 9:00 AM en la catedral Santiago Apóstol y a las 3:00 PM el arzobispo de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa Carpio, oficiará una misa y luego se le dará cristiana sepultura en ese mismo lugar. Juan Antonio Flores Santana nació el 3 de julio de 1927, en Boca de Licey, Tamboril, en el seno de una familia católica e ingresó en 1941 al Seminario Menor Padre Fantino del Santo Cerro, La Vega, dirigido por padres jesuitas.
A partir de 1947 fue al Seminario Mayor, Santo Tomás de Aquino de Santo Domingo, donde estudió Filosofía y Teología. Luego viajó a la Universidad de Comillas en España donde continuó sus estudios para ser ordenado sacerdote en el año 1953. En el año 1966 fue ordenado obispo por el papa Pablo VI, pasando a dirigir la diócesis de La Vega sustituyendo a monseñor Francisco Panal.
En esas funciones desarrolló una intensa labor pastoral y social, siendo mentor de la Universidad Católica y Tecnológica del Cibao (Ucateci). En 1992 fue trasladado a Santiago para reemplazar a Roque Adames, y pasó a ser arzobispo luego que el Papa Juan Pablo II creó en 1994 la Arquidiócesis de esta provincia, siendo la segunda del país.