Cuatro años después de haber finalizado un primer mandato, Michelle Bachelet volverá hoy a la Presidencia de Chile, uno de los seis países latinoamericanos cuyos electores han confiado en una mujer para dirigir su nación.
Nicaragua, Panamá, Chile, Argentina, Costa Rica y Brasil son los únicos países de América Latina que han tenido presidentas elegidas en las urnas, aunque otras mujeres latinoamericanas han ejercido el cargo en sus países por sucesión constitucional o por encargo del Parlamento o regímenes de facto en transición.
Sin embargo, ninguna mujer ha sido dictadora en América Latina, donde, sobre todo en los años 70 y 80, abundaron los regímenes autoritarios.
Con la socialista Bachelet de nuevo en La Moneda, a partir de hoy y hasta mayo próximo se dará la circunstancia de que por primera vez habrá cuatro mujeres gobernando a la vez en la región.
La otras tres son Cristina Fernández, en Argentina, Dilma Rousseff, en Brasil, y Laura Chinchilla, en Costa Rica. Esta última dejará el poder en mayo a quien gane la segunda vuelta de las elecciones presidenciales el próximo 6 de abril.
La primera mujer latinoamericana que fue elegida presidenta, en 1990, fue la nicaragüense Violeta Barrios, más conocida como Violeta Chamorro, por el apellido del que fue su esposo, el periodista Pedro Joaquín Chamarro, asesinado por la dictadura somocista.
Argentina, sin embargo, fue el primer país del mundo gobernado por una mujer: Isabel Martínez, quien era vicepresidenta en 1974 cuando su esposo, el presidente Juan Domingo Perón, falleció y, de acuerdo con la Constitución, le correspondió ocupar su lugar.
La actual presidenta argentina, Cristina Fernández, también estuvo casada con un presidente, Néstor Kirchner, ya fallecido, y, como Bachelet, fue reelegida para el cargo, aunque en su caso de manera consecutiva. Su primer mandato fue de 2007 a 2011 y el segundo concluirá en 2015.
Fernández no puede presentarse nuevamente a la reelección, pues la Constitución argentina solo lo permite por una vez.
Sí puede hacerlo Rousseff en Brasil y aunque aun no se ha oficializado su candidatura, pero sus correligionarios en el Partido de los Trabajadores dan por seguro que competirá en las elecciones previstas para fines de este año.
Panamá tuvo de presidenta a Mireya Moscoso (1999-2004), quien también fue esposa de un presidente, Arnulfo Arias Madrid, aunque cuando ganó las elecciones ya era viuda.
Colombia no se ha estrenado con una mujer presidente, pero las condiciones parecen dadas a tenor del número de candidatas que competirán en las elecciones presidenciales del 25 de mayo, por ahora mayor que el de candidatos varones.
A falta de que el Partido Verde elija su candidato o candidata en unas primarias, solo dos varones buscan la Presidencia colombiana: el actual presidente Juan Manuel Santos y el uribista Oscar Iván Zuluaga.
Las mujeres son Martha Lucía Ramírez, Claudia Avela y Claudia López, la primera conservadora y las otras dos izquierdistas, pero las encuestas de intención de voto no indican que los colombianos vayan a poner a una mujer en la Presidencia.
En Perú, la "primera dama", Nadine Heredia, más popular que su marido, el presidente Ollanta Humala, es objeto de toda clase de especulaciones acerca de si quiere y si puede ser candidata en las próximas elecciones.
Poder, en teoría, no puede, pues la legislación peruana prohíbe ser candidatos presidenciales a familiares directos, incluidos el cónyuge, del presidente.
Bachelet, que entre su primera y segunda presidencia fue la jefa de ONU Mujeres, ganó en enero pasado la segunda vuelta de las elecciones, en las que compitió con otra mujer, Evelyn Matthei.
Fue el primer duelo electoral femenino de la historia de Chile y de América Latina y se dio la circunstancia de que tanto Bachelet como Matthei son hijas de generales de la Fuerza Aérea.
En Honduras Xiomara Castro, esposa del expresidente Manuel Zelaya, quedó segunda en las últimas elecciones de ese país, en 2013.
De las cuatro jefas de Estado que a partir de mañana tendrá América Latina una es casada (Chinchilla), otra viuda (Fernández) y dos divorciadas (Bachelet y Rousseff).
Las cuatro son madres, pero la que más hijos tiene (un hijo y dos hijas) es Bachelet. Chinchilla tiene un hijo, Rousseff, una hija, y Fernández, un hijo y una hija.
Sin pasar por unas elecciones fue presidenta la boliviana Lidia Gueiler Tejada, quien accedió a la jefatura de Estado desde la presidencia de la Cámara de Diputados en 1979 y solo ocho meses después fue víctima de un golpe de Estado y obligada al exilio.
Rosalía Arteaga gobernó Ecuador por 48 horas en febrero de 1997, tras el derrocamiento de Abdalá Bucaram, de quien era vicepresidenta y tras ser nombrada jefa de Estado "temporal".
La haitiana Ertha Pascal-Trouillot era jueza suprema cuando los militares que habían dado un golpe de Estado le entregaron la Presidencia en 1990 con el fin de que convocara elecciones.
Once meses después traspasó el poder a Jean Bertrand Aristide, el ganador de los comicios.
En Guyana, Janet Jagan, ex primera dama y ex primera ministra, fue elegida y gobernó de 1997 a 1999.
En el Caribe, además, son varias las mujeres que han llegado al cargo de primer ministro.
La primera fue Dame Eugenia Charles, de Dominica, en 1980, y actualmente tanto Jamaica, con Portia Simpson Miller, como Trinidad y Tobago, con Kamla Persad-Bissessar, son países con mujeres al frente de sus gobiernos.