Julio Vasquez.

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jueves, 6 de marzo de 2014

Cabo Haitiano, un destino cercano rico en historia y muchas tradiciones

La segunda ciudad más importante de Haití se está preparando para dar a conocer sus atractivos turísticos al mundo, creando las condiciones de infraestructura y seguridad para recibir miles de visitantes extranjeros.
Cabo Haitiano se caracteriza por sus verdes paisajes y sus orillas bañadas por las aguas del atlántico, así como por sus ruinas y monumentos que lo hacen el mejor atractivo turístico de la parte norte de Haití.
Su centro urbano alberga la mayor concentración de edificio histórico de arquitectura colonial francesa. Un gran número bien conservadas. Mientras que en los alrededores de su Plaza Central es obligado ver y contemplar La Catedral de la Arquidiócesis de CapHaïtien.
Esta ciudad, calificada como el Centro Económico de Haití tiene atractivos para todo tipo de público iniciando por su centro histórico, Ruinas de Sans Souci, la Fortaleza de la Citadelle y Fort Libertee, sin dejar de mencionar la hermosa Bahía de Labadiet.
La Ciudadela Laferrière. Es conocida como La Citadelle, la cual es una gran fortaleza localizada aproximadamente 17 millas al sur de la ciudad de CapHaitien. Es la fortaleza más grande del hemisferio occidental, la más grande de toda América y fue designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1982.
Es uno de los monumentos más visitados por los turistas, principalmente canadienses y de las islas francesas. La estructura de piedra fue construida por 20.000 trabajadores entre los años 1805 y 1820, ordenada por el rey Henri Christophe, como parte de un sistema de fortificaciones diseñado para mantener a la nueva nación independiente de Haití segura ante algún nuevo ataque por parte de Francia.
La mezcla para unir las piedras de esta majestuosa fortaleza contenía elementos como cal, melaza y sangre de vacas y chivos, los cuales eran sacrificados derramando su sangre en las paredes en construcción al parecer para que los espíritus y dioses de la religión vudú diesen poder y protección a la estructura.
Palacio de Sans Souci. Situado en Milot, también declarado Patrimonio de la Humanidad, con la denominación de Parque Nacional Histórico, era la residencia real de Enrique I, más conocido como Henri Christophe.
La construcción del palacio comenzó en el año 1810 y fue terminada en 1813.
Acosado por sus detractores el rey Enrique I se suicidó en el palacio el 8 de octubre de 1820, según la leyenda haitiana, utilizando una bala de plata y fue posteriormente enterrado en la Ciudadela.
Un gran terremoto en 1842 destruyó una parte considerable del palacio y devastó la cercana ciudad de Cabo Haitiano; el palacio nunca fue reconstruido.
Antes de su destrucción, era conocido por muchos como el equivalente caribeño del palacio de Versalles en Francia