El 30 de junio de cada año está designado para dedicárselo al Maestro. No se si ese día es simple reconocimiento a sus méritos, o en cambio; ¿Es un día dedicado a recordar las penurias del educador? ¿Es mostrar la muerte lentamente de un trabajador tan poco renumerado y reconocido en nuestro país?
Esto no es nuevo, revisando la historia encontramos evidencias de que nuestros maestros no han tenido buen trato desde sus inicios.
En una reseña fechada en el 1918 dice: “Americanos transforman sistema educativo y de salud” – El gobierno militar designó una comisión de seis notables para que realizara un diagnóstico de la educación nacional cuya realidad era deprimente- el 90 % de la población era analfabeta y de una población escolar de 200,000 estudiantes, apenas, 15,000 asistían a algún tipo de escuela.”
Si nosotros trazamos una línea en el tiempo, no vamos a encontrar gran diferencia en cuanto al por ciento, partiendo de la modernidad y los sistemas de comunicación actuales. Si observamos los números y las estadísticas de organismos internaciones con relación a nuestra educación no es nada agradable, situándonos entre los países que menos invierte en educación y salud. Es decir que el avance ha sido muy poco en cuanto a ese renglón se refiere.
Pero, ¿Qué decir del maestro? ¡Es un desamparado por las autoridades pertinentes! Su trabajo, de hecho es mal renumerado. No alcanzan en su mayoría, un estándar de vida que se ajuste entre los cánones que exigen los tiempos actuales. ¡Cada vez se notan mas empobrecidos! ¡Cada vez, su nivel de vida disminuye!
En los maestros encontramos todos los tipos patologías que van desde las depresiones, enfermedades infecto contagiosas hasta cancerosas. Lo dice alguien que ha trabajado junto a esa clase desde el año 1986, pasando a formar parte del Staff médico inicial del Semma-Santiago, en calidad de médico gíneco-obstetra, hasta llegar a ser Director General de dicha institución.
Por eso, “El Día del Maestro” deber servir para hacer una reflexión de responsabilidades de las autoridades oficiales que tienen que ver directamente con dicha clase. ¡La Sociedad debe despertar y exigir un mejor trato para este magisterio! Sin una buena preparación profesoral, sin un mejor nivel de vida en salud y en remuneración, la educación y formación de nuestros estudiantes y el progreso del dominicano, se verá estancado.
Cicerón expresó: “Como un campo, aunque sea fértil, no puede dar frutos, si no se cultiva, así le sucede a nuestro espíritu sin el estudio.”
Un proverbio chino nos enseña: “Si haces planes para un año, siembra arroz. Si lo haces por dos lustros, planta árboles. Si lo haces para toda la vida, educa a una persona”
Esto deja claro, que la educación es la base del desarrollo, pero esa base, está sustentada en un buen progreso personal, intelectual y de salubridad del maestro. Por eso nos preguntamos: ¿Tenemos un maestro pobre, o hay que decir, ¡pobre maestro!?
El autor es médico, escritor y profesor universitario.
miércoles, 3 de julio de 2013
El maestro pobre: O ¿pobre maestro?
6:33 p. m.
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