Sammy Sosa dijo ayer que fue un honor aparecer por primera vez en la papeleta del Salón de la Fama del béisbol, aunque recibió apenas 12.5% de los votos de la Asociación de Periodistas de Béisbol de Estados Unidos.
“Ha sido un gran honor para mí estar nominado para tal distinción por primera vez, junto con algunos de los grandes de este deporte.
Incluso el solo hecho de haber sido considerados por primera vez es un gran premio de por sí, además siempre hay una próxima vez”, dijo el retirado toletero dominicano en un comunicado que recibió The Associated Press.
Sosa conectó 609 jonrones en una carrera de 18 años en Grandes Ligas en la que jugó con los Medias Blancas y Cachorros de Chicago, los Rangers de Texas y los Orioles de Baltimore.
Es el único pelotero en la historia con tres temporadas de al menos 60 cuadrangulares, pero también se ha visto perseguido por rumores sobre el uso de esteroides.
Gran carrera
“Dios me ha bendecido con una hermosa familia, una gran carrera, y sé que él determinará mi futuro en los próximos años.
El béisbol ha sido extremadamente bueno para mí. ¡Kiss to the heaven! (¡Besos al cielo!)”, agregó Sosa, haciendo referencia a su tradicional gesto de mandar un beso al cielo después de conectar un jonrón.
Sosa nunca arrojó positivo a dopaje en su carrera, pero ha sido sospechoso de uso de sustancias para mejorar el rendimiento y, según informes de prensa, estaba en una lista de 104 peloteros que arrojaron positivo en controles que se realizaron en 2003 y cuyos resultados no fueron divulgados.
“Fue un honor el sólo hecho de haber sido nominado. Estoy feliz por eso”, dijo Sosa. Barry Bonds y Roger Clemens, otras dos estrellas de la denominada “Era de los Esteroides” del béisbol, tampoco recibieron el miércoles el respaldo necesario para ingresar al salón de los inmortales, en una votación en la que ningún jugador fue exaltado.