Los anales del tema están atiborrados de este fenómeno de múltiples causales, en rendimientos creyentes a escalas.
“Asombrosamente, es nuestra primera industria”, el ejemplo más común es que Aduanas y DGII dejan de percibir 25% de lo esperado, imputable a subvaluaciones y tretas, a pesar de los controles, “todo un empresariado fullero y deliberadamente mala paga”.
Banqueros dizque condenados, a pesar de que se alzaron con el santo y la limosna, ahorita salen con más recursos que los que más.
En medioambiente, no hay una sola pulgada que de alguna manera no haya sido violada física, jurídica y económicamente explotada, en menoscabo de las generaciones futuras.
Todos los sectores carecen de una agenda política sustancialmente responsable y sostenible, de alguna manera la dictadura del monetariado frena toda innovación e iniciativa empresarial extranjera.
La pésima calidad de nuestra electricidad, agua, saneamiento, transporte, infraestructura y en general los servicios públicos, son los mejores aliados al auge de la criminalidad.
En entredicho nuestra transparencia, controles, marcos legales, códigos, provisiones, sostenibilidad, orden, disciplina, inclusión social, sálvese quien pueda.
Los líderes formales se dedican al bato, el despilfarro, la corruptela, tráfico de influencia y viven en la cueva de Alí Babá, a pesar de que no son 40.
Sin gerencia y con violencia, exclusión rampante, relativismo, hedonismo, nepotismo, neopositivismo, megalomanía, una farra de caudillismo y sueño dinástico.
Mucho fetichismo exaltando el tótem de los mega-proyectos, hasta rascacielos y el ente humano, bien gracias. Con muchas obras publicas en estado de ruinas nuevas, a causa de la doble tributación.
Lideres que enarbolan la consigna, ¡no pasarán!, ahora capitulan ante la corrupción, el crimen organizado y el sicariato, al declararlos lastres vigentes.
La mera delincuencia barrial, ratería, violencia cotidiana fuera de serie, no es más que la respuesta de los excluidos, ante la descomunal marginación.
“Desayuno, comida y cena, pero para todo”, eflexionemos en las verdades, causas de la quebrantacion consuetudinaria de la ley y el orden, y pongamos el cascabel al gato.
Autor: Edgar Marcano.