La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) han advertido este miércoles en Madrid de que al menos 215 millones de niños en todo el mundo son víctimas de trabajo infantil, de los cuales 115 millones realizan «prácticas análogas a la esclavitud». Asimismo, han llamado la atención sobre los 15,5 millones de niños que realizan trabajo doméstico, dos terceras parte de ellos por debajo de la edad mínima legal para trabajar.
Aparte, los datos de la OIT revelan que 115 millones de niños están involucrados en «las peores formas de trabajo infantil», que comprenden «prácticas análogas a la esclavitud». Entre éstas, figuran «la servidumbre por deudas, la oferta de niños para la prostitución, la utilización de niños para la realización de actividades ilícitas y trabajos perjudiciales para la salud, la seguridad o la moral de los niños», añade el documento.
Ambos organismos han denunciado también, con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que existen un total de 15,5 millones de niños y niñas de entre cinco y 17 años que realizan trabajo doméstico «con o sin remuneración», lo que supone casi «el 30 por ciento de los trabajadores domésticos en el mundo».
De esa cifra, «las tres cuartas partes son niñas», ha declarado este miécoles el director de la oficina de la OIT en España, Joaquín Nieto, durante la presentación en Madrid del informe 'Erradicar el trabajo doméstico y proteger a los jóvenes trabajadores contra las condiciones de trabajo abusivas'.
El trabajo doméstico «cada vez es más demandado» y se realiza «de manera invisible, aislada», ha proseguido Nieto, quien ha subrayado que el trabajo doméstico «es uno de los trabajos a los que le falta mucho para llegar a ser decente», ante la falta de derechos que existe.
Asimismo, según el documento, de 104 páginas, del total de niños de entre cinco y 17 años que llevan a cabo este tipo de trabajo, 10,5 millones «se encuentran en el trabajo infantil no permitido» y los otros cinco millones restantes realizan trabajo doméstico permitido, pero «necesitan ser protegidos de abusos». Otro dato que han resaltado la OIT y UNICEF es que «el 72,2 por ciento de esos menores son mujeres».
Educación
Una de las consecuencias que se extraen de esta problemática mundial es, de acuerdo con el informe, que gran parte de esos menores carecen de acceso a la educación «o lo tienen limitado, lo que hipoteca y 'roba' su futuro».El trabajo doméstico infantil plantea «serios riesgos» para los menores, porque los privan de sus derechos fundamentales como el acceso a la educación o a la atención médica, han indicado la OIT y UNICEF.
De acuerdo con el documento 'Tras las cortinas' -historias de vida de niños y niñas que trabajan como empleados domésticos-, presentado esta mañana por la directora de Sensibilización de UNICEF España, Marta Arias, «Anika, de trece años, trabaja como empleada doméstica en dos casas de la capital de Bangladesh, Dhaka. Su jornada de trabajo es de cuatro horas, de 9:00 a 13:00, y por la tarde asiste dos horas y medias a la escuela, de 14:00 a 16:30».
Soluciones
Estamos ante «una realidad oculta» que tiene solución aunque supone «una carrera contrarreloj», ha destacado Arias. «Las familias creen que sus hijos tendrán opciones mejores. Son muy pobres y no tienen recursos», ha afirmado, en relación con los motivos que impulsan a las familias a permitir que sus hijos trabajen en casas de terceras personas.Tanto Nieto como Arias, en representación de ambos organismos en España, han recalcado que las soluciones, aunque «difíciles», sí «existen». No obstante, han puntualizado, los esfuerzos tienen que provenir de gobiernos, empresas, sindicatos, sociedad civil y organizaciones internacionales.
Según Nieto, hay que eliminar que los menores que no están en edad legal para trabajar, «15 o 16 años dependiendo de los países», realicen este tipo de tareas y, por otro lado, los adolescentes de entre 15 y 17 años «no pueden trabajar de igual forma que los adultos».
La OIT aboga por la ratificación del Convenio 189 sobre trabajo doméstico para que éste «no obstaculice la educación obligatoria ni impida continuar la formación académica o profesional». Igualmente, Arias ha subrayado que es importante «la ratificación de convenciones y convenios», pero que hay que prestar «atención directa» a los niños y «rescatarlos» de esas actividades.
Finalmente, ha afirmado, que es imprescindible el seguimiento y la supervisión que desde UNICEF lo conocen como generación «de un entorno protector» y ha informado sobre la iniciativa 'Cambiemos la letra' contra el trabajo infantil para conseguir fondos que permitan erradicar este fenómeno.
Todos los datos presentados por la OIT son del año 2008 pero, según Nieto, se espera que durante la III Conferencia Mundial sobre Trabajo Infantil que se celebrará en Brasilia, la capital de Brasil, el próximo octubre, se puedan dar cifras de cuál ha sido la situación en los últimos cuatro años.