En el transcurso del pasado sábado recibimos la infausta noticia de la muerte física de Franklin J. Franco. Este evento existencial que afecta su honorable familia, sus amigos y relacionados, es sin dudas una gran pérdida para la nación dominicana. Aseguro que las ideas y valores que encarnaron su vida ejemplar vivirán eternamente entre nosotros. ¡Qué gran corazón ha dejado de latir! ¡Qué gran cerebro ha dejado de pensar! ¡Qué gran ser humano ha osado adelantarnos en la partida! ¡Descanse en paz hermano y amigo del alma!
Un revolucionario de toda la vida. Un ser humano extraordinario que cumplió como pocos su compromiso en esta tierra dominicana. Parsimonioso y tranquilo de carácter, su espíritu, sin embargo, era fuego, llama ardiente, alerta y crítica, frente a los poderes fácticos de la sociedad, que le negaban al pueblo su libertad, su derecho a la dignidad y a la justicia social. Por eso desafió al régimen oprobioso de Trujillo, pagando la osadía con el exilio, del cual retornó en el 1962, con ideas más claras, con principios firmes, y con la voluntad resuelta de transformar la realidad social dominicana. He ahí la voluntad, el sueño y la aspiración permanente de su vida.
Nació en Santiago de los Caballeros, República Dominicana, en 1936. Hijo de Isaías Franco y Ana Antonia Pichardo. Vivió en San Francisco de Macorís hasta los doce años, a partir de entonces su vida ha transcurrido en Santo Domingo. Cursó la educación primaria con los padres Salesianos y se recibió de Bachiller en el Liceo Eugenio María de Hostos.
Sus estudios superiores se realizaron en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), obteniendo en 1966 una licenciatura en sociología. Dos años después ingresa a la carrera docente, como profesor de introducción a las ciencias sociales. Su versatilidad lo llevó a impartir otras asignaturas como son: Técnicas y Métodos de Investigación Científica, Sociología Dominicana y Sociología Jurídica. En la Universidad Autónoma de Santo Domingo, academia de sus desvelos, se desempeñó como director del Departamento de Investigaciones Científicas (1972-1973) y del Instituto e Investigaciones Socioeconómicas (1986-1989).
Los ilustrados fueron los revolucionarios del siglo XVIII, hombres y mujeres que vincularon las ideas progresistas con la práctica social transformadora. El marxismo durante los siglos XIX y XX siguió esa tradición. Para mí, Franklin José Franco Pichardo es un ilustrado marxista o un marxista ilustrado. Impartió cientos de conferencias de viva voz, llevando lustre y formación política, sociológica e histórica al pueblo; escribió, decenas de libros y folletos, y semejante a los enciclopedistas franceses, asumió la responsabilidad de la monumental Enciclopedia Dominicana, obra más que suficiente, aunque no tuviera ninguna otra, para merecer el respeto y la admiración de la comunidad intelectual de la República. Pero no sólo aportó ideas, también se lanzó a la práctica política y social. Se involucró con el exilio anti trujillista para venir a derrocar militarmente a Rafael Leónidas Trujillo, fue Presidente de la Unión Patriótica Antiimperialista, candidato a la presidencia de la República por dicha agrupación y dirigente del Partido Revolucionario Dominicano.
Educador y formador colectivo del pueblo realizó un dilatado y consistente ejercicio público de la razón, llevando consciencia, orientación y criticidad a la sociedad dominicana. Tiene en su haber el ser uno de los más importantes precursores de lo que se llamó entonces la Joven historiografía dominicana, alternativa desafiante al discurso histórico tradicional, que presentaba, y sigue presentando una visión distorsionada, del pasado y presente de la nación fundada por Juan Pablo Duarte el 27 de febrero de 1844. Sus obras que se cuentan por decenas, están dirigidas al estudio de la realidad socio-histórica nacional. De sus aportes al acervo bibliográfico de la República dan cuenta las obras siguientes:
República Dominicana: clases, crisis y comandos (1966) Negros, mulatos y la nación dominicana (1969) Trujillismo: génesis y rehabilitación (1971) Vida, pasión y muerte del PSP (1972) Aportación de los negros(1976) Duarte y la independencia nacional (1976) La Izquierda y el futuro dominicano (1978) Santo Domingo: cultura, política e ideología (1979) Reagan y el futuro dominicano (1980) Historia de las ideas políticas en República Dominicana (1981) Fernández Domínguez, Caamaño Deñó: El pensamiento de los militares dominicanos constitucionalistas(1985) Haití, de Dessalines a nuestros días (1988) Israel y Palestina: presente, pasado y futuro (1988) Era de Trujillo (1992) Historia del pueblo dominicano (1993) Historia económica y financiera de la República Dominicana, 1884-1962: introducción a su estudio(1996) Para aprender a Investigar (1999) Sobre racismo y antihaitianismo y otros ensayos (1997) El pensamiento Dominicano 1780 -1940 (2001) Ensayos profanos (2001).
Por su encomiable labor académica y de investigación, por sus luchas sociales y políticas; y por ser un modelo para las presentes y futuras generaciones, ha recibido muchas distinciones y premios. Destacamos los siguientes:
1. Premio de Ensayo, Casa Las América, 1966.
2. Distinción de la Orden al Mérito Duarte, Sánchez y Mella, en el grado de Caballero.
Ciudad Universitaria
17 de junio, 2013
El autor es decano de la Facultad de Humanidades de la UASD
Autor: Rafael Morla