Oficiales policiales investigan las circunstancias en que un cabo de esa institución murió al alegdamente disparse a la cabeza la madrugada de hoy, mientras jugaba a la "ruleta rusa" en presencia de su concubina, en un hecho ocurrido en la vivienda de ambos, ubicada en el calle Activo 20-30 número 9, del ensanche Ozama en Santo Domingo Este. La nota informativa de la Policía explica que el cabo Ramón Darío Monte de Oca se habría realizado el disparo mortal con el revólver Smith & Wesson, calibre 38, número 15531, momentos en que jugaba a la "ruleta rusa", según su concubina Mercedes de los Ángeles Peralta Gómez, de 26 años, quien fue interrogada por oficiales policiales. El certificado del médico legista indica que la causa de la muerte del alistado ocurrió a causa de herida de contacto por proyectil de arma de fuego cañón corto con entrada en la región submaxilar derecha y salida en parietal izquierda.
La señora Peralta Gómez informó a los investigadores que llegaron a la casa a eso de las dos de la madrugada, y después de este quitarse la ropa le dijo en tono de broma que haría ella si le dijeran que el había muerto, a lo que le contestó que dejara de jugar de esa manera.
Conforme a la versión de la testigo y concubina, posteriormente el cabo Monte de Oca comenzó a jugar con el revólver al que le sacó cuatro tiros de los que tenía en la masa, le dio vuelta al cilindro, se la colocó en la cabeza a ella y martilló, pero no disparó, a lo que, según esta, le repitió que dejara de jugar así.
Sin embargo, el cabo se habría puesto el cañón del revólver en la cabeza y martilló, produciéndose el disparo mortal. La Policía encontró en la habitación de la pareja dicho revólver con un casquillo en el cilindro, el cual fue enviado a la Policía Científica.
La señora Peralta Gómez informó a los investigadores que llegaron a la casa a eso de las dos de la madrugada, y después de este quitarse la ropa le dijo en tono de broma que haría ella si le dijeran que el había muerto, a lo que le contestó que dejara de jugar de esa manera.
Conforme a la versión de la testigo y concubina, posteriormente el cabo Monte de Oca comenzó a jugar con el revólver al que le sacó cuatro tiros de los que tenía en la masa, le dio vuelta al cilindro, se la colocó en la cabeza a ella y martilló, pero no disparó, a lo que, según esta, le repitió que dejara de jugar así.
Sin embargo, el cabo se habría puesto el cañón del revólver en la cabeza y martilló, produciéndose el disparo mortal. La Policía encontró en la habitación de la pareja dicho revólver con un casquillo en el cilindro, el cual fue enviado a la Policía Científica.
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