Cada mes que ha pasado, hemos estado informando y dando detalles sobre el caso que nos ocupa y hemos querido que toda la sociedad dominicana esté al tanto del mismo, porque dicho expediente ha sido acogido por todos los dominicanos y dominicanas de buena voluntad.
A treinta meses, o sea, a dos años y seis meses, luego de transcurrir el trauma del hecho acaecido aquel miércoles 2 de junio del 2010. La espera prolongada por espacio de 6 meses a que se determinara a ciencia cierta quienes habían participado del intento de asesinato en mi contra, osea, lo que llamamos la parte investigativa, devino en la parte de instrucción del proceso, acumular, organizar y darle forma a las pruebas que serían presentadas ante el juzgador de la fase intermedia. Es así que iniciada la audiencia preliminar en diciembre del 2011, esta se prolongó por espacio de nueve meses, hasta que fue dictado el Auto de Ha Lugar, se validaron la mayoría de las pruebas y se envió a juicio, a los siete imputados que participaron en la trama.
Treinta meses después, ya habiéndose notificado el Auto de Ha Lugar, se procedió a sortear el tribunal ante que conocería del fondo de la causa. Es por esto que ya una vez sorteado fue asignado el tribunal Colegiado de la Primera de este Distrito Judicial, y a su vez, éste fijó el inicio del conocimiento del fondo del proceso, para el próximo día viernes que contaremos a cuatro del mes de Enero.
A treinta meses, ya estamos en lo que es el inicio de lo que tanto habíamos estado esperando, el fondo del proceso, donde todo el trabajo que se ha realizado de forma ardua y tenaz, se reduce a este conocimiento. Hemos tenido que soportar de todo de parte de quienes no sólo intentaron asesinarnos, sino que han buscado la manera de desesperarnos, utilizando los mecanismos legales y no legales para evitar que llegáramos a esta etapa del proceso.
Estamos conscientes, porque ya conocemos al principal imputado, cuál es su proceder ante los tribunales y cómo se maneja este para buscar relajar, sin lograrlo, la justicia y el derecho. Sabemos que hará para buscar alargar lo más que pueda las audiencias por medio de los envíos y para esto paga al mejor postor que desee hacerle el juego, aún en desmedro del propio sistema. Pero estamos preparados para esto y más y no vamos a permitir dejar de buscar justicia en el caso, no por nosotros como familia o individuo, sino pensando en que lo mejor de la sociedad dominicana necesita y exige justicia también en este proceso y eso es lo que ha treinta meses estaremos buscando en el juicio de fondo.
A treinta meses, estamos conscientes de que la lucha apenas comienza y que necesitamos llenarnos de paciencia, sin descuidarnos. Asumir el carácter para mantener la perseverancia y la voluntad, de no desistir en los momentos de impotencia que puedan sobrevenir y de no dejar de confiar que estamos caminando junto al Todopoderoso en esta batalla y que debemos mantener la fe en que todo cuanto perseguimos, es basado en la ley y el derecho.
No podemos pensar ni darle cabida al temor, porque en ello solamente vencen los malvados, utilizar el valor que nos brinda el conocimiento y la conciencia de que estamos haciendo lo correcto para todo el que mañana pueda estar en la misma situación, que mi familia.