La Iglesia Católica de Santiago, advirtió ayer que con dádivas y paliativos que alimentan el clientelismo político el país no llegará al desarrollo integral que anhela y que a pesar del déficit fiscal, la deuda externa y otros problemas, el pueblo sabrá crecerse en los momentos más angustiosos.
El periódico Camino en su nota editorial, indicó que es hora de que algunos jueces asuman su rol con valentía y seriedad, contribuyendo a fomentar una convivencia civilizada, aplicando una justicia sin cuestionamientos y apegada a los principios éticos.
Abogó porque el Poder Ejecutivo no postergue más las reformas que a gritos reclama la población, en cuanto a la Policía Nacional y otras instituciones que son retrancas para el avance de una democracia funcional.
Dijo que a pesar de los problemas de la deuda externa, el déficit fiscal que abruma a los dominicanos el pueblo sigue siendo noble, generoso y solidario que sabe crecerse en los momentos más angustiosos.
De acuerdo al semanario católico, en ocasión del nuevo año, las situaciones de crisis son propicias para “levantarnos” y que se le brinda la oportunidad de crecerse ante la adversidad, dijo.
Señaló “necesitamos la unidad nacional para salir victoriosos y pidió dejar atrás el individualismo y trabajar para el bien común.
Indicó “todavía la sonrisa y el abrazo fraterno brotan del alma para decir al hermano, amigo y hasta desconocido: Feliz año 2013”.
Sostuvo que esta actitud contrasta con la carga de pesimismo y angustia con que muchos han vestido el año nuevo. Agregó Camino que se presagia lo peor, porque es como si “estuviéramos condenados a la tormenta y la catástrofe permanentes”.
Indicó en su primer editorial de este año que algunos ni siquiera dejan una brecha para que entre la luz del optimismo y la esperanza, olvidando la lección que nos dan los profetas, donde denunciaban la situación de calamidad del pueblo, pero anunciaban días mejores.
“Llegó la hora en que cada sector aporte”, sostuvo y dijo que comenzando con los senadores y diputados, renunciando al barrilito y cofrecito para dar paso a la institucionalidad, porque es función del Estado, y no de ellos, suplir los servicios de salud, deportes y otras asistencias sociales que demanda la población.
Sostuvo Camino que el bicentenario del natalicio del patricio Juan Pablo Duarte es la mejor ocasión para hacer realidad los cambios profundos que necesita la sociedad dominicana, porque será el monumento más alto y digno que erigiremos al fundador de nuestra nacionalidad.