En su programa Diálogo de Fe, el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, se refirió esta mañana a la teología de la liberación del sacerdote dominico peruano Gustavo Gutiérrez, a quien pidió rectificar temas que aún quedan pendientes. «La Iglesia no acepta la lucha de clases marxista», advirtió el Arzobispo de Lima, y aseguró que «la iglesia siempre tuvo la opción preferencial de la pobreza con nombre y apellido y fue objeto de un estudio profundo de una de las mejores cabezas, el Papa Benedicto XVI».
Cuando Joseph Ratzinger era prefecto de la Congregación para la doctrina de la Fe, le exigió a Gutiérrez en 1984 y 1986 «rectificar dos de sus libros: ‘Teología de la Liberación’ y ‘La Fuerza de los Pobres’, que hicieron daño a la iglesia». «Si ahora se ha rectificado no lo sé», dijo el cardenal peruano. «Estudiando bien la instrucción de Ratzinger (la instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe Libertatis Nuntius) tenemos muy claro que los escritos de Gutiérrez tienen que corregirse».
Respecto del hecho de que el Papa Francisco recibiera al teólogo peruano en una audiencia privada, propiciada por el arzobispo Gerhard Müller, el Cardenal dijo que «no hagamos una batalla mediática». El cardenal Müller es «un buen alemán, buen teólogo, un tanto ingenuo», estimó el arzobispo de Lima. «Mi lectura (de esa reunión) es que (Müller) ha querido acercarse a su amigo (Gutiérrez), a quien le tiene cariño, a quien quiere de alguna manera ayudar a rectificar e insertarse en la Iglesia Católica», señaló.
El enfrentamiento entre el Vaticano y la Teología de la Liberación data del pontificado de Juan Pablo II, quien en 1979 declaró que «una concepción de Cristo como político, revolucionario, como el subversivo de Nazaret no corresponde a la catequesis de la Iglesia». El papa Francisco siempre ha sido crítico con estos teólogos por las mismas razonas que su predecesor.
El Vaticano confirmó que el Papa Francisco recibió en audiencia al padre Gustavo Gutiérrez el 12 de septiembre.