El jeque saudí Saleh al Lohaidan, consejero judicial del Ministerio de Justicia, ha afirmado que conducir puede dañar los ovarios de las mujeres, en declaraciones que publica hoy el diario local Al Sabq.
El religioso alegó que la medicina ha estudiado este asunto y adujo que cuando la mujeres conducen sus caderas se elevan, lo que puede afectar sus ovarios.
Según su razonamiento, esto haría que las conductoras puedan dar a luz a niños con algún tipo alteración, por lo que instó a las mujeres a "ser razonables" y a emplear "más la mente que el corazón", a la hora de tener en cuenta la parte negativa del conducir.
Aun así, apuntó que hay circunstancias justificadas en las que una mujer puede manejar un vehículo como en el caso de enfermedad de su marido durante el viaje; ante esa situación ella tendría que ponerse al volante, sobre todo, si el trayecto es largo.
Las mujeres tienen prohibido conducir en Arabia Saudí, donde rige una interpretación estricta del islam.
Un grupo de activistas del reino ha lanzado recientemente una campaña para exigir que las saudíes puedan hacerlo y ha pedido a las mujeres que salgan a las calles con sus coches el próximo 26 de octubre para desafiar la prohibición.
Esta práctica fue vetada en 1990, cuando el ya fallecido muftí de Arabia Saudí jeque Abdulaziz bin Baz emitió un edicto religioso en este sentido que llevó al Ministerio del Interior a imponer esa restricción.
En septiembre de 2007, un grupo de mujeres intelectuales saudíes creó la primera asociación en el reino para reivindicar el derecho a conducir.
Lo habitual es que las autoridades arresten a las conductoras y se incauten del vehículo, hasta que el "mehrem" o tutor -un varón de la familia- se presenta en la comisaría y firma un documento en el que se compromete a que la infracción no se va a repetir. EFE