Hace algunos días, el presidente de la República asistió a inaugurar el Centro de Inteligencia Contra el Crimen Organizado en el palacio de la Policía Nacional. En ese escenario, Danilo Medina pudo vivir la experiencia, de seguir aportando a su gobierno, cosas que nunca se habían hecho. Quizás por vez primera, un jefe de la Policía Nacional, presentaba a un jefe de Estado, la verdadera realidad de esa institución, sin ocultar informaciones y haciendo una verdadera radiografía de los avances de la institución, sus debilidades y los retos que tenemos como nación ante el crimen organizado. Es de justicia que el mayor general Manuel Castro Castillo haya reconocido públicamente, que ningún jefe de Estado ha invertido tantos recursos para modernizar la Policía Nacional, como el presidente actual. No hay dudas de que el presidente Medina pasará a la historia como el verdadero reformador de ese cuerpo del orden y los dominicanos tendremos que agradecerle el que haya firmado el decreto 181-13, poniendo sobre los hombros de Castro Castillo, sus deseos de reforma.
Aunque algunos medios de comunicación hayan criticado el hecho, de que el jefe policial expresara, que la la estructura del crimen organizado sobrepasa la capacidad de respuesta de la institución, pienso que debemos valorar el gesto de sinceridad del mayor general, quien asume una posición responsable, pues en vez de vender un optimismo a ultranza en presencia del mandatario, reconoce que hay debilidades que deben ser fortalecidas. Sin lugar a dudas, que estamos en presencia de una nueva visión de lo que debe ser la Policía nacional.
Se está haciendo conciencia, que esa entidad debe ser mucho más que combatir el delito común. Vivimos la época de la contrainteligencia, la tecnología de punta, y la proactividad contra el crimen, para eficienciar la capacidad operativa y prevenir la criminalidad. Hacia allá marcha la policía nacional, con modernos equipos, que obligan por razones lógicas, a tener policía profesionales.
El presidente Danilo Medina ha brindado su confianza al mayor general Manual Castro Castillo. Ahora se necesita la confianza de la ciudadanía, la colaboración de un pueblo que ha sabido vencer dificultades. Es innegable que el sistema 9-1-1, la construcción de nuevos destacamentos, la policía preventiva, las nuevas unidades patrulleras y el criterio de elevar el orgullo de los policías, para que asuman como verdaderos profesionales, nos hace afirmar que al final de su gestión, el presidente no solamente estará orgullo de sus aportes en la educación dominicana, sino en la construcción de una nueva Policía
POR RAMÓN RODRÍGUEZ
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