Hemos visto a Martha Heredia sentada alli en el banquillo de los acusados admitiendo con gran responsabilidad un error cometido con el cual ha ofendido una sociedad que le habia entregado todo su apoyo sin limitaciones.
Con lagrimas recorriendo su bello y juvenil rostro, ella ha dicho si he fallado, pero pido disculpas, y aunque todos sabemos que la misma fue usada para convertirla en transportadora de sustancias controladas, violando de esta manera leyes que se encuentran establecidas en nuestros codigos, asi como tambien cometiendo un crimen internacional.
Los jueces fueron consecuentes con ella en vista de que admitió su participacion en el hecho que se le imputaba; tratar de llevar a Estados Unidos un Kilo de cocaina puede merecer una condena que triplique la que ella recibió. Una vez más la justicia castiga a una persona que es utilizada como mula por narcotraficantes, que además es victima de ellos.
Como padre y como ser humano lamento mucho la situación de esta jovencita que se habia ganado la simpatia y el respeto de un pais al que ha defraudado, aunque repetimos siendo victima. Solo nos queda esperar que siga presentando buen comportamiento en el lugar donde ha sido enviada a cumplir con la condena inpuesta por la sociedad. Ella es joven y es mucho lo que puede y debe hacer para volver a ocupar el lugar que le corresponde, creo que lo importante es que ella sabe que se equivocó, y al recuperar nuevamente su libertad se le debe dar una segunda oportunidad.
Este hecho tambien debe llevar a las autoridades a lanzar campañas para preparar a la juventud nuestra para que no se involucren en estos lamentables acontecimientos porque aunque los reclutadores les dicen que nada les va a pasa,r las posibilidades de pasar desapercibidos por los puestos de chequeos son muy escasas.
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Por Julio Vasquez.
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