La paz es un valor en sí misma,fundamental en la convivencia donde la pluralidad y la diversidad son las características predominantes. Es claro que la valoramos más cuando existe un conflicto bélico porque está ausente, que cuando todo está aparentemente tranquilo, sin embargo, para que se dé la paz se requieren otros valores que debemos cultivar desde la infancia y continuar en todas las etapas de la vida porque la formación no concluye, estamos siempre en evolución.
Considero que la tolerancia es el punto de partida, es decir el valor clave para que se den otros valores como el respeto, la aceptación, el diálogo, el perdón, el amor, la justicia… En 1995 se celebró el año internacional de la tolerancia, el director General de la UNESCO en ese entonces declaraba “Desde hoy en la conciencia y en el comportamiento década uno de nosotros, la tolerancia debe tomar un sentido más fuerte; no indiferencia sino el impulso hacia el otro para conocerlo mejor, para compartir con él… para que los valores universales comunes a todos se enriquezcan en la preciosa especificidad de cada uno y de cada lengua, con la irremplazable creatividad de cada persona” Amnistía Internacional 1995.
La tolerancia es fruto de la madurez, es el respeto hacia las ideas, creencias o prácticas cuando son diferentes o contrarias a las propias e incluso a las reglas morales. El concepto se origina en el latín tolerare, “soportar” y hace referencia al nivel de admisión o aprobación frente a aquello que es contrario a nuestra moral, se trata de la actitud que adoptamos cuando nos encontramos con algo que resulta distinto a nuestros valores. La intransigencia es el antónimo de la tolerancia es decir su antivalor.
No olvidemos que el ser humano no sólo posee una facultad cognoscitiva con la que emite juicios sino que es capaz de valorar las cosas, los hechos y las personas y juzgar sobre ellos. Es un llamado a hacer y ser, por tal motivo la formación en los valores y en especial la educación a la paz.
Les invito a seguir de cerca con las oraciones, el compromiso y la formación hacia la paz, a nivel personal,familiar y también en la comunidad, acompañemos a nuestros hermanos cristianos y otros que están sufriendo la intolerancia de parte de grupos intransigentes,quienes olvidándose de la realidad fraterna los destruyen en el conflicto armado. ¡No a la violencia todos podemos hacer algo para vivir en paz!.
Me alegran todas las iniciativas de paz,resalto ésta publicada en el diario la Información del 8 de agosto 2014,auspiciada por el despacho de la Primera Dama en coordinación con la UTESA de Santiago, la cual se desarrolló en el recinto UTESA-Moca la semana pasada y que resaltó: El amor como factor determinante para construir la paz y unir a las familias en la fe, la comprensión, la confianza, la solidaridad y otras virtudes que se convierten en corazas para contrarrestar los antivalores. Asílo establecieron los Licenciados Floralba Zapata y Lennys Tejada en el contexto de la conferencia “La fuerza del amor en la construcción de la paz”, desearía que todos trabajáramos en este valor.