" Lo que Dios ate en el cielo nadie podrá desatar en la tierra", es un mandato de Dios para referirse a los matrimonios católicos,los cuales son reforsados por el Derecho Canónico y defendidos a plenitud por el Vicario de Cristo, Benedicto XVl,quien estoy seguro declararia sin ninguna objeción como embajadores de buen fe, de obras y defensores del amor a los abnegados esposos Silvia Suárez y Adriano Caba, quienes han completado 5 décadas entregando testimonios de vida y predicando sobre la existencia del amor, siendo precisamente lo que más alegra a Dios que los seres humanos manifiesten con sus actos lo que predican con sus labios. El matrimonio es uno de los siete sacramentos de la Iglesia católica, esto implica que, según la teología, fue instituido por Dios y elevado a "Sacramento" por Cristo y que es un signo visible de la gracia. Desde nuestra llegada al mundo de los humanos hemos tenido la suerte de ver la pareja en cuestión echarle ganas a la vida para vencer todos los obtaculos que se presentan en su recorrer, como siempre logran salir adelante. Sus vidas fueron unidas cuando apenas eran dos jovencitos que obviamente eran inmaduros,pero si estaban claros en el compromiso que habian adquiridos y, en el cual solo la muerte podria separarles, pero ambos van más lejos y aseguran que por el contrario se han hecho indestructibles y ni siquiera la muerte despiadada podria dividirlos ya que su entrega y dedicación les permitiria seguir juntos y felices en la casa del padre celestial. Al parecer ellos hacen honor a lo expresado por San Agustin cuando nos narra; que es un sacramento que no permite jamás indisolubilidad del matrimonio.. Silvia y Adriano no fueron graduados en universidades terrenales,pero han sido premiados por la gracia y sabiduria que Cristo entrega en el Sacramento del Matrimonio,como diriamos los profesionales ambos son licenciados en temas de amor y poseen un máster en Derecho Canónico, teniendo además diplomados en asuntos de familia y perseverancia. Y que bueno, que estas celebraciones se presenten en nuestra Iglesia Católica en momentos que la misma atraviesa por muchas dificultades, y donde hemos ido perdiendo el verdadero significado de amor y familia. Siendo estas dos, las armas más poderosas que posee el demonio para hacer de las suyas y llevar males a nuestros paises. Tal y como se nos dice el evangelista San Juan; el ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir. Se que los familiares de los ejemplares esposos Silvia y Adriano tienen motivos de sobra para estar felices y contentos por el legado que ambos han construido en beneficios de los mismos, pero debido a la magnitud de estos logros se convierten ellos en parte de nuestra comunidad, de nuestra Iglesia,de nustra fe y de nuestros corazones, por tal motivo tambien nosotros marcharemos con el alma inundada por la felicidad de saber que el amor si existe.. Escrito por Julio Vasquez, diplomado en Teologia.