(La Voz de Galicia) Vázquez insistió en que no pueden separarse las convicciones personales de los mensajes que los políticos transmiten a los ciudadanos, ya que es fundamental la coherencia entre conciencia y conducta. Como ejemplo de esta coherencia puso la Ley del Aborto, con la que el socialista se mostró en contra ya que las ideologías progresistas «siempre defendieron al débil frente al fuerte, pero en el caso del aborto estos principios se resquebrajan». El exalcalde defendió que en esos casos un político vote en conciencia y no por seguidismo político, teniendo en cuenta además que la Ley del Aborto aprobada por el PSOE ni iba en el programa electoral, ni se presentó en el discurso de investidura, por lo que ni siquiera existe la obligación de cumplir con su programa electoral. Francisco Vázquez, que no quiso entrar a valorar la precampaña gallega, remarcó que el grado de civilización de una sociedad se mide por la defensa que hace del más débil, algo que no se cumple en la citada ley. El exembajador en el Vaticano insistió en que nadie puede poner en duda el compromiso de la Iglesia con la democracia y que así como dijo Tomás Moro, «el hombre no se puede separar de Dios ni la política de la moral». El cardenal Antonio Cañizares cerró la última jornada con una intervención sobre la celebración en la fe de los sacramentos según el catecismo de la Iglesia católica, para finalizar con un discurso de clausura del arzobispo Julián Barrio.