El Papa defiende la labor que desarrollan los capellanes en las cárceles

(EFE).- El papa Benedicto XVI defendió hoy la labor que desempañan los capellanes en las cárceles durante la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro, en la que el Pontífice exaltó la figura del santo José Cafasso (1811-1860) cuando se cumplen 150 años de su muerte.

"La sola presencia de Cafasso hacía bien: tranquilizaba, tocaba los corazones endurecidos por la vida y, sobre todo, iluminaba y liberaba las conciencias indiferentes", dijo.

Benedicto XVI recordó cómo el papa Pío XII proclamó a san José Cafasso patrón de las cárceles italianas en 1948, después de su labor "comprensiva y compasiva" con los encarcelados de la ciudad de Turín del siglo XIX, a los que dedicó casi toda su vida.

"En los primeros años de su ministerio en las cárceles, realizaba grandes prédicas dedicadas a casi toda la población carcelaria", continuó el Papa, quien añadió que "con el paso del tiempo privilegió la catequesis individual, a través de coloquios y encuentros personales".

Además, recordó que "los condenados a muerte fueron objeto de un cuidado trato humano y espiritual" gracias a san José Cafasso, quien acompañó al patíbulo a 57 personas después de haberles confesado y haberles administrado el sacramento de la Eucaristía.

"Los acompañaba con profundo amor hasta el último momento de su existencia terrena", añadió el Pontífice.

Benedicto XVI se refirió también a la labor espiritual desarrollada por san José Cafasso en el internado eclesiástico San Francisco de Asís, en Turín, y le citó como ejemplo para todos aquellos que se dedican a formar a las nuevas generaciones.

Director espiritual de san Juan Bosco durante veinticinco años, entre 1835 y 1860, Cafasso "no intentó nunca convertirle en un discípulo a su imagen y semejanza", sino que respetó sus "actitudes personales y su propia vocación personal".

José Cafasso nació en Castelnuovo de Asti, una pequeña localidad del Piamonte, en el norte de Italia, el 15 de enero de 1811.

En 1833 fue ordenado sacerdote y ese mismo año entró en el internado eclesiástico de San Francisco de Asís, donde trabajó en la formación de jóvenes durante años, hasta su muerte el 23 de junio de 1860 en Turín.