El día de ayer será recordado por todos los dominicanos y dominicanas como un día negro, donde el luto, la tragedia y la desesperanza arroparon de golpe y sin aviso los corazones de todo nuestro pueblo.
Las muertes del Lic. Juan de los Santos, Alcalde del Municipio Santo Domingo Este; su jefe de seguridad, el Sargento mayor Archie de Jesús Medina, del señor Antonio Castillo de la Rosa, padre de Kimberly Castillo, ex Miss República Dominicana, entre otros muertos, deben llevarnos a una inmediata y profunda reflexión.
Debemos reflexionar colectivamente y cuestionarnos adónde vamos como sociedad, y qué elementos aportamos nosotros a este clima de agresividad, impaciencia y stress que se vive en todas las calles del país.
Asimismo, estos hechos deben llevarnos a una reflexión individual, la cual nos permita identificar el sentido de nuestras vidas y el valor e importancia que le damos a todas las personas y cosas que nos rodean.
Hoy la vida humana vale lo que otro diga que vale, algunas valen lo que cuesta un celular, mientras que otras valen lo que cuesta un rasguño a un vehículo de motor. Vivimos en un tiempo donde nuestra existencia depende del aburrimiento o problemas con que otra persona salga de su casa.
Ante esta realidad lo único que nos queda es aprovechar el tiempo en aquellas cosas que verdaderamente cuentan, como son nuestras parejas, nuestros hijos y nuestras familias. Que este día sea el último que salgamos de nuestros hogares guardándonos cariños y caricias para después, ya que damos por un hecho que volveremos sanos y salvos a nuestros hogares.
Muchos culparan de todos nuestros males a otra persona, de manera especial a la clase política nacional, sin darse cuenta que son en nuestros hogares que se cultivan la enfermedad y la cura de todos nuestros males. ¿Si cultivamos manzanas por qué esperar peras? Formando mejores familias podremos construir una mejor sociedad.
La vida es un segundo y en un segundo se puede perder, aprovecha los segundos que te quedan en aquellas cosas y personas que tengan un valor especial para ti, recordando siempre que cualquier día puede convertirse en un día negro.
Rafael Alfredo Marcano Guzmán
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