«¡El trabajo es un derecho para todos!». Así lo recordó el papa Francisco al recibir en audiencia en el Aula Pablo VI a dos mil participantes del Proyecto Policoro, proyecto dedicado a jóvenes sin trabajo del sur de Italia, promovido por Conferencia Episcopal Italiana. El Santo Padre aseguró que dicha iniciativa es un instrumento de «evangelización a través del valor santificante del trabajo».
(MCM/RV) Recordando que el Proyecto, que cumple su vigésimo año de actividad. nace como fruto del Congreso Eclesial de Palermo, el Papa destacó la importancia de una «iniciativa de promoción juvenil, de desarrollo local a dimensión nacional» con «gestos concretos», «signos visibles del empeño de estos 20 años».
Tras constatar que el Proyecto ha demostrado cómo la calidad del trabajo «libre, creativo, participativo y solidario» exprime y hace crecer siempre la dignidad de la misma vida humana, el Papa instó a «no perder de vista la urgencia de reafirmar esta dignidad». Y recordó a los tantos jóvenes víctimas de la desocupación, resignados a continuos rechazos o a la indiferencia:
«El trabajo no es un don concedido a pocos recomendados ¡es un derecho para todos!».
El Obispo de Roma invitó a continuar promoviendo iniciativas de inclusión juvenil de forma «comunitaria y participativa», a sostener las nuevas energías invertidas por el trabajo promoviendo un estilo de creatividad que ponga al centro «la solidaridad como don».
El Papa alentó a proseguir en el compromiso de desarrollar proyectos a ‘escala humana’, «proyectos respetuosos de la dignidad de quien los realiza y de quien se beneficia y que den «el justo valor al esfuerzo realizado».
«De esta manera –aseguró– los jóvenes redescubren la vocación al trabajo: el sentido ‘alto’ de un empeño que va más allá del resultado económico, para transformarse en edificación del mundo, de la sociedad, de la vida». Por ello, el Santo Padre instó a educar a las jóvenes generaciones a buscar la ‘justa medida’, destacando que «en la escuela del Evangelio se aprende lo que es verdaderamente necesario» y por ello es «el justo camino».
Valor santificante del trabajo
La tarea del Proyecto Polidoro «no es simplemente ayudar a los jóvenes a encontrar una ocupación» – aclaró el Santo Padre – sino que «es también una responsabilidad de evangelización a través del valor santificante del trabajo», «no un trabajo que humilla», sino aquel que «hace al hombre libre verdaderamente según su noble dignidad».
Finalmente, agradeciéndoles por su compromiso, el Papa los confió a la intercesión de San José Obrero, con el deseo que el Rostro de la Misericordia de Dios, «resplandezca sobre su camino y les indique sendas de creatividad y esperanza». «Recemos a la Virgen para que Ella ayude a tantos jóvenes a encontrar trabajo y esperanza».