Julio Vasquez.

Radio Renacer

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viernes, 18 de diciembre de 2015

La violencia y sus raíces

Hemos vivido en los últimos días hechos de violencia física que han consternado a la sociedad dominicana, asesinatos, insultos verbales, violencia doméstica, y todo lo ocurrido nos causa desosiego, preocupación y angustia.
    
La violencia puede ser definida, como aquello que está fuera de su natural estado, situación o modo, que se ejecuta con fuerza, ímpetu o brusquedad. El sujeto violento asume un comportamiento deliberado, que puede provocar daños físicos severos o psíquicos al prójimo.
    
Entiendo que las raíces de exhibir una conducta violenta son múltiples y variadas. Una persona puede tener un comportamiento violento, porque en el seno de su hogar eso fue lo que vivió. Padres violentos física y verbalmente, Papá y Mamá discutían por todo. Las malas palabras, y amenazas  eran el pan de cada día. No se rezaba, no había respeto.
    
Los hijos fueron creciendo, observando como su Papá golpeaba físicamente a su madre, o le hablaba con palabras que la ofendían. El hijo puede copiar la conducta errada de su padre, por lo tanto será violento en la escuela, en el trabajo. También puede crear un niño sumiso, sin motivación en la vida, que  llora por todo, susceptible. Si no recibe ayuda psicológica a tiempo, en el futuro no será capaz de afrontar  la vida como se debe, con responsabilidad, diligencia y alegría.
    
Otras veces los escenarios de violencia lo vivió en el vecindario, en la cancha de baloncesto, en la escuela. Era raro no llegar a la casa con un rasguño, o la ropa rota. Si en su hogar sus padres no le inculcaron el valor del respeto, la humildad, la decencia, la honestidad,  y la justicia, entonces el ambiente de afuera incidirá sobre él casi de forma determinante. 
    
Los padres que no acompañan a sus hijos en sus actividades académicas, deportivas, espirituales y sociales, generará, hijos solitarios, carentes de afecto, y  de que alguien le indique el camino correcto.                 

Puede generar sujetos violentos personas y familias con problemas económicos, bien por su mala administración, o porque el sistema social y económico es excluyente.
    
Es el Estado quien debe brindar oportunidades de desarrollo a sus habitantes. Y crear espacios para aquellos ciudadanos que tienen serios trastornos de la personalidad, el ser humano es complejo, y algún momento del tramo de la vida necesitará ayuda profesional y espiritual.         

Cuando se alcanza la etapa de ser persona adulta, que supone madurez plena, se llega a la conclusión de que una vida feliz se ha de vivir con sencillez, que la arrogancia solo trae como consecuencia animadversión del que me rodea. El que vive desde la sencillez de los hijos de Dios, no se complica, no se angustia. Es una persona que transita por la vida con transparencia, limpieza interior y espontaneidad. 
    
El don del amor, nos ayudará a respetar, preservar y defender la vida. Escucha, haz el bien, pide perdón si te equivoca. Evita ser persona ruidosa y agresiva. Abre tu corazón al Señor, Él quiere en la navidad que se aproxima, posarse en el pesebre de tu corazón.

Felipe de Jesus