Deseo escribirte hoy que cumplirías un año más de vida recordándote, no lo lejos, sino como te siento aún a pesar del tiempo físico, porque en lo interior te sigo sintiendo con ese gran amor que siempre mostraste a tus hijos.
Con ese cariño que siempre supiste brindar a quienes te conocieron aunque sea de momentos. Con esa solidaridad que en todo momento mostraste a todo ser humano que le tocó sentirla, no importando color, raza, credo, ideología y pensamiento. Mostraste al mundo que viniste a ser una muestra de que Dios existe y que utiliza ángeles para consolar, ofrecer amor, ternura y la mano de apoyo y amiga que necesita en algún momento.
Deseo decirte que recuerdo aún ese domingo, 30 de mayo que era día de las madres, que te visité donde físicamente está tu cuerpo en el cementerio. Te dije algo más o menos así: “que me perdonaras que tenía mucho tiempo que no venía por aquí, pero que recordaras que siempre te llevo conmigo en el corazón y que siempre recordaras que para mi tú eras también mi ángel”. Tres días después estaba siendo objeto del atentado aquel, mami, en el que luché por mi vida, y que de aquella yipeta tú me sacaste de la misma y el Todopoderoso me dio la vida nuevamente.
Deseo decirte que en toda esa amarga experiencia que hemos pasado como familia, siempre hemos contado, primero con tu ejemplo de fortaleza, tesón, optimismo, lucha, y victoria, que siempre mostraste sin importar, qué circunstancias tuvieras en frente, como lo hiciste contra esa enfermedad del cáncer. No te amilanaste, no te rendiste, no tomaste dicha afección como derrota, sino que aprendiste a seguir viendo la vida con optimismo, a pesar de todo. Viste en esa experiencia una forma de encontrar victoria, junto al Todopoderoso, de eso que te hizo sufrir físicamente.
Deseo decirte que aún seguimos luchando como familia en este proceso, no solamente contra Adriano Román y los siete imputados, sino contra los que son aliados de la mentira, la difamación, el egoísmo, la ambición, la vanidad, la delincuencia y el crimen organizado. Sin embargo, ante todo eso, tenemos ese calor y solidaridad de lo mejor de este pueblo, el mismo que siempre defendiste en todo terreno con tus convicciones políticas; el mismo pueblo generoso y bondadoso del cual disfrutaste su mano amiga. Ese mismo hoy es quien nos da aliento también para seguir adelante, a pesar de las heridas, las secuelas, las diatribas y bajezas en las audiencias, seguimos de pie.
Deseo decirte que sigues estando en el corazón de quienes te amamos y te conocieron. Que ese calor de madre y protectora, aún lo siento, inclusive cuando te escribo estas palabras. Tu gran espíritu y ejemplo ha sido nuestro mejor legado y que bien lo hemos aprovechado en los buenos y malos momentos. Estoy seguro que debe estar haciendo tertulia con nuestro Señor Jesús, ya te imagino sentada en tu mesa, con tu gran paciencia para escuchar y para conversar. Ya te imagino allá en el lugar que te mereces como ser humano que fuiste, hojeando tus libros preferidos, y comentándolos. Caramba, mami, que falta haces para un gran abrazo, como aquel que no te pude dar antes de marcharte físicamente, pero consciente de que cada noche siento tus labios enmudecer mi frente con ese beso que nunca dejaste de darnos, a mis hermanos y a mí, aún siendo hombres. Gracias por haber sido parte de esa enseñanza para hacerme algo en la vida y mostrarme la nobleza de tu corazón.
Deseo decirte que soy, al igual que mis hermanos, una persona con suerte, porque tuve a mi lado uno de dos, de los seres humanos más que nobles que he conocido, el otro es papi. Fuiste esa madre abnegada y protectora. Supiste ser fuerte y convincente cuando las circunstancias lo ameritaban frente a tus hijos, pero eran tu debilidad.
Fuiste alma y corazón para todos tus seres queridos y para todo aquel que algún momento piso nuestro hogar y supo recibir de ti, esa manta calidad, y esa comida hecha con todo el cariño que un ser viviente pudiese recibir. Te preocupas más por el otro que por ti misma. Fuiste tenaz, coherente con tus ideas y pensamientos y luchadora.
Deseo decirte que todos esos atributos que adornaron tu vida, son parte, de lo que hoy sirve como motivación para que en las peores situaciones, les busque el mejor lado y sepa aprender de la experiencia. Es lo que me ha ayudado en este proceso en el que como familia enfrentamos a un grupo de asesinos y que hoy, aún intentan revertir la justicia misma para no enfrentar ni encarar la verdad.
Deseo decirte que a pesar de tu ausencia física, siempre estás en mis pensamientos y te siento a mi lado como mi ángel que te acompaña. Por dura que sea la experiencia, como la que hemos padecido como familia desde el 2 de junio del 2010, siempre tendremos en cuenta, tu ejemplo y tu legado, para que no ser esclavo desde el corazón, de la maldad, el odio, la ambición y la maledicencia, que fueron los que provocaron mi atentado, sino que la misma sirva para convertirla en victoria, agarrado del Todopoderoso, confiado en su fuerza y protección; como tú hiciste para luchar, sin rendirte contra tu enfermedad y en los peores momentos de tu vida existencial. Quiero recordarte hoy que sería tu día de celebración de tu nacimiento, para seguir manteniendo tu ejemplo por amor a la vida y saberla enfrentar en las peores circunstancias y con tu mejor cara.
martes, 26 de noviembre de 2013
Recordándote, mi ángel. Como victoria
10:12 a. m.
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