La diputada Minou Tavárez Mirabal afirmó aquí que para desterrar la impunidad en torno a la violencia de género no es solo cuestión de leyes penales y castigos sino que el empoderamiento de las mujeres también debe ser apoyado a través de un acceso efectivo a la justicia y recursos adecuados.
Recordó que el delito de muerte y maltrato contra las mujeres es el crimen menos castigado y el de mayor tasa de homicidios en el mundo.
Al participar en un acto de las Altas Cortes de Colombia en la ciudad de Popayán, Departamento de Cauca, Tavárez Mirabal resaltó que ante un panorama de luto permanente y constante e impunidad, ya es hora que la justicia debe establecer disposiciones relativas a la prevención de la violencia contra la mujer, la protección, la rehabilitación y el apoyo a la demandante así como el enjuiciamiento y castigo del autor.
“La prevención debe estar garantizada por la justicia para evitar nuevos episodios de violencia. Ya se hace necesario que los hombres-agresores- sean incluidos en esos procesos de justicia y así evitar la re-victimización y reducir reincidencias”, dijo.
Precisó un enfoque de género de la justicia que logre promover reparaciones y reduzca las desigualdades jurídicas y políticas en torno a la mujer maltratada.
Un grave problema dominicano
Minou refirió las estadísticas dominicanas sobre violencia de género. A su juicio, alarmantes y propias de urgencia nacional que amerita el concurso de todos los actores sociales y políticas.
Se sostiene en ENDESA 2002 para reafirmar el carácter demoledor del problema. La ENDESA de ese año revela que el 24% de las mujeres en edad entre los 15 a 49 años ha sufrido violencia, física, emocional o sexual y el 40% de las divorciadas y/o separadas ha experimentado maltratos físicos desde los 15 años.
Recordó que 50 años después de la muerte de su madre, la Heroína Nacional, Minerva Mirabal y sus tías y 20 años después del asesinato de la familia de María Zabala a la legisladora por la Circunscripción No.1 de la capital no le cabe dudas que todavía el camino por recorrer es largo, no solamente en la lucha por la erradicación de la violencia de género sino en la construcción donde el Estado de Derecho, la democracia, y el amor sean los principios fundamentales para la erradicación de la violencia y la justicia social.