El Vaticano negó ayer que exista preocupación ante un eventual atentado contra el papa Francisco y llamó a la calma, después de las aseveraciones del procurador adjunto de Reggio Calabria (sur de Italia), Nicola Gratteri. «No hay motivo concreto alguno de preocupación y no es el caso de alimentar alarmismos», enfatizó el portavoz del Vaticano, P. Federico Lombardi, sj.
«Está poniendo nerviosa a la mafia financiera», aseveró Gratteri en una entrevista publicada por el diario Il Fatto Quotidiano. Además afirmó que «quienes se han nutrido hasta ahora del poder y la riqueza que derivan de la Iglesia están agitados».
El procurados señaló que el Pontífice «está en el camino justo, rema contra el lujo y ha dado de inmediato señales importantes». Además «apunta a hacer una limpieza total», una actitud que no puede sino disgustar a una mafia que «se ha alimentado de la convivencia con la Iglesia» (sic), sostuvo.
«No sé si la criminalidad organizada está en condiciones de hacer algo contra el Papa, pero ciertamente está reflexionando sobre ello», aseveró Gratteri.
«Puede ser peligroso (...) si los jefes mafiosos pudiesen ponerle una zancadilla, no lo dudarían», apuntó.