El destacado bacteriólogo Luc Montagnier no ha podido quedar impávido ni ajeno a las evidencias explícitas, inexplicables para el científico, que ocurren en Lourdes. Un científico agnóstico que hablando sobre las propiedades del agua sorprenda al señalar «el agua tiene propiedades extraordinarias, tal vez también la de Lourdes», no pasó desapercibido. En 1983 revolucionó al mundo científico por ser uno de los descubridores del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) causante del SIDA. Por ello, en 2008 fue galardonado con el premio Nobel de Medicina y el Príncipe de Asturias
Siendo agnóstico, el bacteriólogo francés que llevaba a cabo una apreciada (por su independencia) investigación sobre los componentes del agua del Santuario, no pudo resistirse y dedicó tiempo extra para analizar los milagros que allí ocurren, cuya mediadora para los creyentes es la Santísima Virgen María.
Sorprendido, terminó señalando en una entrevista al sitio católico francés La Croix, que la ciencia y la medicina han recorrido un largo camino para curar a gente, «pero todavía sabemos muy poco. Las recuperaciones milagrosas de Lourdes son muy raras, pero son reconocidas. En este lugar, claramente existe un efecto del contacto social, de la mente y del cuerpo».
El agua de Lourdes bajo el microscopio
Consultada su opinión respecto a las curaciones inexplicables relacionadas con Lourdes, en donde se incorpora un elemento muy lejano para él, como es la devoción, Montagnier afirma no excluir nada, a diferencia de otros colegas. «Tomo en cuenta el conocimiento científico, que es un poco nuevo en este momento. A través del estudio con unos colegas, me encontré con que el agua tiene algunas propiedades extraordinarias... tal vez también la de Lourdes. Por ahora no tengo datos específicos, pero sé que el agua puede mantener estructuras, que quedarán impresas por el ADN y que puede transferir la información genética. Voy a tratar de adaptar mis conocimientos con el fenómeno de Lourdes».El Parkinson del beato Papa
Contrario a lo que se puede pensar, la estima del agnóstico Montagnier por la Iglesia es grande. Ayudó al beato Juan Pablo II a mitigar el avance del Parkinson que sufría, y desde esta experiencia, emite su opinión respecto a una de las causas por las que será elevado a la gloria de los altares, que es precisamente por la milagrosa recuperación de una religiosa que estaba aquejada de la misma enfermedad que padeció el beato Santo Padre…«Trato de encontrar explicaciones racionales para la sanación y sé que tal vez yo no lo puedo hacer. Las cosas siguen sin explicación hasta nuestros días y probablemente nunca tendrán respuesta», concluyó.
Lourdes en el corazón de la Iglesia
La advocación católica de Nuestra Señora de Lourdes hace referencia a dieciocho apariciones de la Virgen María que Bernadette Soubirous (1844-1879) presenció en la gruta de Massabielle, a orillas del río Gave de Pau, en las afueras de la población de Lourdes. La primera de estas apariciones sucedió el 11 de febrero de 1858 y la última en abril, siete, de ese mismo año.El corazón del mensaje de Lourdes que la Virgen María comunicó a Bernadette es: Que ella (la Virgen María) es la Inmaculada Concepción. Que todos somos invitados a tener fe en la vida eterna y aceptar hoy vivir la cruz, sostenidos por la oración del rosario, realizando penitencia y practicando la humildad.
Una multitud de católicos visitan todos los años el Santuario de Lourdes, en Francia sabiendo que las apariciones de la Virgen María son un vehículo de la gracia de Dios. El papa Pío IX autorizó al obispo local para que permitiera la veneración de la Virgen María en Lourdes en 1862, diecisiete años antes de la muerte de Bernadette.
Desde aquel momento se han registrado más de 7.000 curaciones «inexplicables» en Lourdes, aunque sólo unas decenas se han considerado milagros. Y ello es debido a las rigurosas condiciones establecidas para el estudio de estas curaciones.
En tanto, de los 69 milagros reconocidos, 48 están directamente relacionados con el agua de Lourdes. Se trata de la fuente que fluye hacia la Gruta de las Apariciones y que la propia Bernardette Soubirous encontró, excavando la tierra, bajo las indicaciones de la Santísima Virgen María.