Alexis Medina, un padre dominicano de 26 años que se declaró culpable de asesinar a su bebé de cuatro meses de nacido, Alexis Medina Junior, fue sentenciado a cadena perpetua en la Corte Superior de Lawrence.
El dominicano supuestamente mató al infante en diciembre de 2010 con brutales golpes, lo que le provocó fracturas costales y múltiples contusiones, causas de la muerte. La autopsia reveló que Medina también asfixió al bebé.
Medina tiene otros cuatro hijos y había sido encarcelado por 18 meses por haberle fracturado el cráneo a la hija mayor. La condena a cadena perpetua, le da posibilidad de solicitar la libertad condicional.
El niñito asesinado, nació el 8 de septiembre del 2010, pero el papá y confeso asesino, ni siquiera dejó que se criara.
Originalmente, Medina, se declaró culpable de asesinato en segundo grado mediante un acuerdo con los fiscales, debido a que si hubiera aceptado el cargo de asesinato en primer grado, hubiese sido sentenciado a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.
El juez Richard Welch que le impuso la sentencia, le dijo a la madre Jocelyn de Jesús (también dominicana) que "obviamente, usted ha sufrido una gran pérdida. Ninguna madre debería perder un hijo de una manera tan terrible".
La mujer hizo una declaración dramática que impactó a todos los presentes en el tribunal. "Mi hijo Junior, siempre va a ser una gran parte que le falta a mi corazón", dijo la madrte entre ahogados sollozos.
"Es como si mi alma hubiera muerto por dentro. Nunca voy a llegar oírle reír o llorar. Nunca lo veré crecer", agregó ella en la declaración que arrancó lágrimas entre los asistentes a la lectura de sentencia.
Parte de los parientes de la madre, vestían camisetas con la imagen del niñito asesinado.
Medina y de Jesús, convivían en un apartamento en el 19 de la calle Inman en Lawrence, escena del crimen.
A las 10:15 de la mañana del 28 de diciembre del 2010, la policía llegó a la vivienda, respondiendo a una llamada al 911 en la que se reportaba la situación del bebé.
El niño fue transportado al Hospital General de Lawrence, donde recuperó el ritmo cardíaco y luego fue trasladado al Centro Médico Tuffs en Boston, donde murió al día siguiente.
La fiscal Kate MacDougall, describió a Medina como un "monstruo" que nunca demostró nada por sus hijos, al punto de que le fracturó el cráneo a su hija y luego mató al niño de 4 meses.
Medina, mintió a los investigadores diciendo que el niño estaba boca abajo en su cuna y lo empujó para que pudiera dormir, mientras la madre había salido temprano hacia el trabajo.
El sentenciado añadió en el interrogatorio que había hecho eso otras veces con el bebé y no había pasado nada. Pero varias horas después, el abuelo del niño que llegó al apartamento para cuidarlo, observó que el menor no respiraba y llamó a la mamá, la que a su vez se comunicó con el 911.