Parece que Britney Spears cada día está más lejos del éxito y de mantener la custodia de sus hijos. Su exguardaespaldas, Tony Barretto aseguró en una entrevista a al tabloide inglés News of the World, que la cantante consume drogas y que en una ocasión se puso tan mal que creyeron que se iba a morir.
Aunque el testimonio que dio Barretto al juez, Scott M. Gordon la semana pasada no puede ser revelado, las entrevistas que ha dado en estos días hacen pensar que las medidas que ordenó el juez son más que adecuadas para el caso.
Consultará a un 'entrenador de padres'
El juez que lleva el caso de la custodia de los hijos de Spears y Kevin Federline dictaminó que la cantante tendrá que someterse a pruebas para detectar el consumo de drogas y alcohol dos veces por semana. Además el juez también ordenó a Spears reunirse durante ocho horas a la semana con un "entrenador de padres", quien estudiará su capacidad como madre e informará sobre ello a la corte.
Aunque la abogada de Tony Barretto, Gloria Allred había dicho que el testimonio de su cliente era "explosivo", los detalles del mismo se habían mantenido en secreto hasta que los publicó el sitio de internet del rotativo News of the World. El guardaespaldas conocido como 'Fat Tony' detalló al diario británico: "entregué la evidencia a la corte porque Britney está fuera de control y necesita ayuda. Hice esto por los niños. Ella no es una buena madre. Tiene problemas mentales. Con su abuso de alcohol y drogas, su casa no es un buen lugar para que crezcan sus hijos".
Barretto le dijo al diario que días después de que Spears dejó su rehabilitación, ésta casi muere por una sobredosis en Los Angeles.
El episodio, ocurrió en un cuarto del Hotel Mondrian donde se encontraba Britney con Howie Day (a quien conoció en el centro de rehabilitación). “Ella se encontraba en un estado terrible, sudando y temblando, sus pupilas se veían enormes, pensamos que estaba muriendo”.
Fue el 2 de mayo cuando “Britney salió sola con Howie a pesar de que le dijimos que no era una buena influencia para ella. Esa noche, recibimos una llamada de Britney histérica, gritando que no la dejaban salir y que deseaba cancelar su gira. Estaba confundida. Le preguntamos si se sentía bien y después la voz cambió, era la de Day que comenzó a pelear con nosotros y ahí supimos que teníamos que actuar de inmediato”.
Al llegar al cuarto de hotel, que era un tiradero de comida, basura y ropa, la intérprete de “Slave” se encontraba con los ojos rojos y llorando.Además encima del vestidor había polvo blanco. Creo que era cocaína o metanfetaminas. Además vi una pipa de vidrio, de las que usan para la droga cristal”.
Barretto asegura que pudo reconocer estos elementos porque antes de ser contratado por la ex esposa de Kevin Federline, tomó un curso con la policía sobre drogadicción y sus consecuencias.
“No podía creer lo que veía. Britney estaba fuera de sí. Pensamos que tenía una sobredosis, se veía tan enferma. Mis compañeros querían llamar un doctor para desintoxicarla. Entramos en pánico. Pensamos que estaba muriendo”.
Después de sacarla del lugar, la llevaron a una presentación que tendría en un club en donde cantó algunos de sus éxitos del pasado. Al salir, para llevarla a su casa “comenzó a inventar extrañas canciones y cantarlas con una voz tan diferente… en algún tramo, bajó la ventana de la camioneta y comenzó a gritar ‘soy una rockstar, soy una rockstar’”.
Este capítulo de drogadicción sólo fue el primero que vio Tony Barreto. “En dos ocasiones posteriores, la primera en el club Teddy, inhaló cocaína pero estuvo en un cuarto privado del club con una chica. La segunda, me pidió que la acompañara al baño y ahí estuvo media hora, decidí asomarme para ver si estaba bien y alcancé a verla cómo tomaba una línea con la nariz”.Según la declaración de 'Fat Tony', aunque no ha visto a Spears drogarse frente a sus hijos, sí cree haber visto a la cantante aún bajo la influencia de drogas en su casa. “Sabía cómo actuaba cuando se drogaba y en varias ocasiones así estuvo frente a los pequeños. Era atemorizante”.
La cantante Britney Spears tendrá que someterse a pruebas para detectar el consumo de drogas y alcohol dos veces cada semana, de acuerdo con documentos judiciales en torno a su disputa con su ex esposo Kevin Federline por la custodia de sus hijos.
La orden fue emitida el lunes por un juez que exigió a ambos padres abstenerse de consumir drogas y alcohol ante sus dos hijos y por 12 horas antes de que estos sean puestos al cuidado de uno o el otro.
Hasta ahora solamente ha sido citada Spears para que se someta a análisis.
"Con fundamento en la evidencia presentada, la corte encuentra que se ha dado un consumo habitual, frecuente y continuo de sustancias controladas y alcohol" por parte de Spears, dijo el juez supremo Scott M. Gordon en documentos judiciales.
Mensajes dejados a los abogados de Spears y Federline no han sido respondidos de inmediato.
La cantante se casó con Federline en octubre del 2004 y le exigió el divorcio en noviembre, quedando formalizado éste el 30 de julio. Los dos comparten la custodia de sus hijos, Sean Preston, de dos años, y Jayden James, de uno, pero Federline busca todavía una mayor parte de tiempo con los menores.
El juez también dijo que Spears debe reunirse durante ocho horas a la semana con un "entrenador de padres", quien estudiará su capacidad como madre e informará sobre ello a la corte.
Asimismo, se prohibe a ambos padres hacer "comentarios ofensivos" sobre el otro en presencia de sus hijos y recurrir "al castigo corporal" para disciplinarlos. También, cada uno deberá de completar un curso denominado "Paternidad sin conflictos".
lunes, 24 de septiembre de 2007
Los problemas de 'Brit' aumentan
6:21 p. m.
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