El presidente de las Cortes autonómicas valencianas, Juan Cotino, aseguró el pasado 28 de diciembre en relación al aborto que «hoy, día de los santos inocentes, recordamos que todavía en pleno siglo XXI hay legisladores, jueces, médicos, etc, que pretenden hacer lo mismo que hace dos milenios llevó a cabo Herodes. La matanza de inocentes fue una aberración entonces, y lo es ahora, aunque en cada momento se intente 'vestir' con diferentes excusas».
Cotino defiende que «no hay duda científica» de que «desde que una mujer engendra al hijo, este pequeño ser humano ya existe. No es una cuestión opinable». Y añade: «Si pudiéramos tener precisión, sería más exacto celebrar el aniversario de nuestra vida el día en que fuimos engendrados, y no nueve meses después en que salimos del vientre materno y pasamos a alimentarnos de otro modo».
Para los partidarios del aborto, dice Cotino, «la solución a todo lo que puede molestar es su desaparición y eliminación y así, estamos viendo cómo los mismos que ideológicamente aquí defienden el aborto, en otros países aprueban también la muerte de los mayores, la eutanasia».
No es la primera vez que Juan Cotino defiende con contundencia las tesis provida. Hace un año, a través de su blog como ahora, abogaba por obligar a las mujeres que quieran abortar a ver una ecografía del feto y plantearse alternativas al aborto.
Apoyo a la mujer embarazada
El presidente de las Corts, además, reivindicaba en su artículo de ayer la labor del Consell en estas políticas. En 2009, con Cotino como vicepresidente social del Consell de Camps, el Gobierno valenciano aprobó un «Programa+Vida» que daba a las embarazadas protección preferente como beneficiarias de ayuda a la vivienda. La ley de Protección de la Maternidad también les concedía ayudas a través de la renta garantizada de ciudadanía para personas en riesgo de exclusión social, que ha llegado a 400 embarazadas.En el ámbito educativo, Cotino también daba preferencia a las embarazadas. Por ejemplo, si la madre está embarazada el futuro bebé cuenta como un hermano más a la hora de que un niño opte a una plaza.