«La semana pasada estábamos reunidos en nuestro seminario, varias veces llamaron, se identificaban como de La Familia Michoacana, pero quién sabe, hablé a las autoridades e hicimos la denuncia correspondiente porque querían, para empezar, porque si no matarían a uno de nosotros, querían para empezar 60 mil pesos y si empieza uno a pagar ya se hizo cliente», aseguró durante la homilía que celebró en la parroquia de Santo Tomás Moro.
El portavoz de la Archidiócesis de México, Hugo Valdemar, detalló que ante el intento de extorsión fue comunicado al Cardenal Rivera y él ordenó denunciarlo ante las autoridades. «Se hizo una llamada pidiendo una extorsión al seminario, el rector (Julián López) se comunicó inmediatamente con el Cardenal, el Cardenal le dijo ‘por supuesto que no se da absolutamente nada’, y le pidió al rector que presentara la denuncia ante el Ministerio Público», indicó.
«Así se hizo, pues esta sección digamos de antisecuestros de la Policía del Distrito Federal fue quien levantó el acta, la denuncia y pues están en la investigación. Aún no tenemos respuesta, es poco tiempo, pero hasta donde sabemos se está llevando con seriedad la investigación». Valdemar comentó que hay mucha gente que se hace pasar por extorsionadores, por lo que consideran que la situación de violencia en la Ciudad de México no es tan seria, como en Michoacán o Tamaulipas.
«Nosotros queremos creer que no se trata de algo tan serio como esos estados, sin embargo, es lamentable, aunque estas cosas no tengan la seriedad de otros lados, pues que se empiecen a dar, porque la gente no distingue y si llega una llamada de ese tipo, pensando lo que está pasando en el País, se crea una alarma muy grande y un gran desconcierto», expuso. Después de la llamada, no se han tomado medidas de prevención especiales, agregó el portavoz, ya que la Ciudad de México no está en el mismo contexto de violencia que otros estados, donde una llamada así no se puede tomar a la ligera.
Violencia y familia
Media hora antes de oficiar misa, el Cardenal Rivera Carrera atendió a una familia afligida, la cual tiene meses que le secuestraron a una hija y la han extorsionado muchas veces. «No saben cómo salir adelante, si seguir pagando o decidirse a buscarla; son situaciones realmente tremendas», lamentó en su homilía .El prelado advirtió que muchas veces la violencia se engendra en la propia familia. «Va creciendo y se refleja en muchas otras acciones en la sociedad y después nosotros nos asustamos, pero el que siembra viento, cosecha tempestades», afirmó. «Si a nosotros nos encantan esos programas violentos, y son los que más rating tienen, eso es lo que nos dan y eso nos va haciendo insensiblemente más violentos y si nosotros somos violentos y no pasa nada, le seguimos adelante, total no pasa nada, por eso no es una cuestión solamente de autoridades, esa paz la tenemos que construir nosotros los cristianos».