El papa Francisco afirmó hoy que la Iglesia no es "un refugio para gente
triste", sino que es "la casa de la alegría" y que, cuando un cristiano se
entristece, significa que "se aleja de Jesús".
El pontífice dirigió su alocución desde la ventana del Palacio Apostólico antes del rezo del Ángelus a miles de fieles y peregrinos que abarrotaron una vez más la Plaza de San Pedro y a quienes agradeció su "coraje" por soportar la lluvia.
Durante este tercer domingo de Adviento, conocido como "Gaudete" (alegría), el Francisco explicó a los congregados que la palabra "evangelio" significa "buena noticia".
"Como una madre, la Iglesia nos dar coraje a proseguir con confianza el camino espiritual para poder celebrar con renovada alegría la fiesta de la Natividad, el nacimiento de Jesús", explicó.
El papa argentino explicó que la "alegría del evangelio" no es una "alegría cualquiera" sino que tiene su razón de ser en sentirse "abrazado y acogido" por Cristo.
"Como cristianos no se nos permite flaquear y vacilar de frente a las dificultades y a nuestras debilidades. Al contrario, estamos invitados apretar las manos, a fortalecer las rodillas y a no tener miedo, porque nuestro Dios siempre nos da fuerza para continuar", aseguró.
Interrumpido en varias ocasiones por los aplausos de los fieles congregados, Francisco aseveró enérgicamente que "siempre hay que seguir adelante" porque "Cristo nos quiere mucho".
"Gracias a la ayuda de Jesús podemos comenzar de cero. Alguien puede decirme... '¡No padre!, he sido muy pecador. Yo no puedo comenzar de cero' y yo le diré ¡Te equivocas!, claro que puedes", afirmó.
Al finalizar su alocución y tras el rezo del Ángelus, el papa volvió a dirigirse a los fieles y peregrinos, en concreto a "los niños de Roma" que hoy acudieron a la plaza del Vaticano con sus figuras del Niño Jesús para su tradicional bendición.
Además envió un saludo a España y a los jóvenes de Zambia, a quienes pidió convertirse en "piedras vivas" para construir "una sociedad más humana".
El tema sobre el que ha versado el Ángelus pronunciado hoy por Francisco coincide con el título de su primera y única exhortación apostólica, "La alegría del Evangelio" (Evangelii Gaudium), publicada el pasado 26 de noviembre.
Algunas de las miles de personas que llenaron la plaza de San Pedro acudieron con mensajes de felicitación para el pontífice argentino, que el próximo martes cumple 77 años.
Una fecha que algunos ya han comenzado a celebrar en Roma, como los niños del Dispensario pediátrico de Santa Marta, que ayer regalaron una tarta de cumpleaños al papa durante su visita.
El pontífice dirigió su alocución desde la ventana del Palacio Apostólico antes del rezo del Ángelus a miles de fieles y peregrinos que abarrotaron una vez más la Plaza de San Pedro y a quienes agradeció su "coraje" por soportar la lluvia.
Durante este tercer domingo de Adviento, conocido como "Gaudete" (alegría), el Francisco explicó a los congregados que la palabra "evangelio" significa "buena noticia".
"Como una madre, la Iglesia nos dar coraje a proseguir con confianza el camino espiritual para poder celebrar con renovada alegría la fiesta de la Natividad, el nacimiento de Jesús", explicó.
El papa argentino explicó que la "alegría del evangelio" no es una "alegría cualquiera" sino que tiene su razón de ser en sentirse "abrazado y acogido" por Cristo.
"Como cristianos no se nos permite flaquear y vacilar de frente a las dificultades y a nuestras debilidades. Al contrario, estamos invitados apretar las manos, a fortalecer las rodillas y a no tener miedo, porque nuestro Dios siempre nos da fuerza para continuar", aseguró.
Interrumpido en varias ocasiones por los aplausos de los fieles congregados, Francisco aseveró enérgicamente que "siempre hay que seguir adelante" porque "Cristo nos quiere mucho".
"Gracias a la ayuda de Jesús podemos comenzar de cero. Alguien puede decirme... '¡No padre!, he sido muy pecador. Yo no puedo comenzar de cero' y yo le diré ¡Te equivocas!, claro que puedes", afirmó.
Al finalizar su alocución y tras el rezo del Ángelus, el papa volvió a dirigirse a los fieles y peregrinos, en concreto a "los niños de Roma" que hoy acudieron a la plaza del Vaticano con sus figuras del Niño Jesús para su tradicional bendición.
Además envió un saludo a España y a los jóvenes de Zambia, a quienes pidió convertirse en "piedras vivas" para construir "una sociedad más humana".
El tema sobre el que ha versado el Ángelus pronunciado hoy por Francisco coincide con el título de su primera y única exhortación apostólica, "La alegría del Evangelio" (Evangelii Gaudium), publicada el pasado 26 de noviembre.
Algunas de las miles de personas que llenaron la plaza de San Pedro acudieron con mensajes de felicitación para el pontífice argentino, que el próximo martes cumple 77 años.
Una fecha que algunos ya han comenzado a celebrar en Roma, como los niños del Dispensario pediátrico de Santa Marta, que ayer regalaron una tarta de cumpleaños al papa durante su visita.