El 3 de junio de 1963 moría Angelo Giuseppe Roncalli, popularmente conocido como el Papa Bueno, tras cinco años de un pontificado que dejó huella con reformas históricas en la Iglesia. El que parecía un pontífice de transición, elegido tras tres días de cónclave, «supo rejuvenecer a la Iglesia y retomar el diálogo con el mundo moderno con una confianza afectuosa», según lo describió Juan Pablo II cuando en septiembre de 2000 lo declaró beato.
El papa Francisco recibirá hoy, en la basílica de San Pedro, a dos mil peregrinos provenientes de Bérgamo, Italia, para recordar al Beato Juan XXIII que supo ganarse el aprecio y el cariño de los fieles gracias a su carácter bondadoso, cordial y sencillo.