MARIO ALBERTO MOLINA: ARZOBISPO

MIGUEL ANTONIO BERNAL
mabernal@cwpanama.net


Cuando el pasado 14 de julio, el papa Benedicto XVI hizo público el nombramiento de Mario Alberto Molina Palma -obispo de Quiché, en Guatemala, desde enero de 2005- como arzobispo metropolitano de Los Altos, Quetzaltenango-Totonicapán, sentí una gran y especial alegría por la felicidad que sabía embargaría a Mario Alberto, pero también a sus familiares, a su Congregación de Agustinos Recoletos y a todos los que fuimos sus tempranos compañeros de aula hasta culminada la secundaria.

La grata noticia de tan especial acontecimiento -que cristalizó con la posesión del cargo el 17 de septiembre- nos mueve a consignar resumidamente los logros de este compatriota, compañero y amigo, por el cual siempre he sentido una profunda admiración por su vocación, preparación, dedicación y compromiso.

Mario Alberto es el mayor de los cuatro hijos del profesor Mario Molina (Q. E. P. D.) y de Rosario María Palma de Molina, consagrados y ejemplares ciudadanos. En el Colegio San Agustín, en Panamá, cursó primaria y secundaria, culminando en 1966. Realizó su noviciado en Kansas City y estudió Filosofía en el Rockhurst College para ingresar luego a la Orden de Agustinos Recoletos. Hizo su profesión solemne el 28 de agosto de 1971 y, el 29 de junio de 1975 fue ordenado sacerdote en la ciudad de Panamá.

Realizó estudios bíblicos en el Pontificio Instituto Bíblico en Roma, donde obtuvo la licenciatura en Sagrada Escritura en el año 1978; luego, en Torrente, Valencia, España, integró el equipo de formación del Seminario Santo Tomás de Villanueva, organizado por su cofradía. En 1981 regresa a Roma y realiza el trabajo de doctorado en Sagrada Escritura, en el Pontificio Instituto Bíblico. Su tesis doctoral, sustentada en junio de 1985, versó sobre La interpretación de la escritura en el espíritu: Estudio histórico y teológico de un principio hermenéutico de la Constitución ‘Dei Verbum’.

Trasladado a Guatemala, entre 1986 y 1991, imparte docencia bíblica y teológica en el Seminario Mayor Nacional de la Asunción, en la Facultad de Teología de la Universidad Rafael Landívar y en el Instituto Teológico Salesiano. Luego inició su servicio como prior del Seminario San Agustín de Guatemala, además de delegado provincial. En 1994 ocupa el Decanato de la Facultad de Teología de la Universidad Rafael Landívar hasta inicios del 2000. De 1998 al 2002 funge como secretario adjunto de la Conferencia Episcopal de Guatemala.

Hoy, para orgullo de nuestra Patria, es arzobispo del hermano pueblo guatemalteco.

EL AUTOR ES ABOGADO Y CATEDRÁTICO UNIVERSITARIO