Lic. Jordi Veras
Hace unos siete años escribí un artículo con el título “Nosotros Los Desadaptados”. A pesar de haber pasado ese tiempo, las cosas no han sido diferentes en torno a la forma de proceder o de entender de algunos y algunas personas. Al contrario, hemos llegado a un nivel de nuestra sociedad en la cual, todo hombre o mujer, que actúa acorde los lineamientos morales y éticos en cualquier aspecto de su vida, es visto como una cosa “rara”; difícil de tratar; como un “rosca izquierda” o como un desadaptado.
Esto indicado más arriba, tan solo porque no se acomoda al engaño, a “resolver” como profesional a toda costa. A que renuncie y claudique a sus principios. En fin, no es alguien que se “acomodó” a este tigueraje institucional en el que estamos viviendo. Les indico pues el escrito señalado y cito el mismo:
“Mientras más cosas desagradables, fuera de sitio, a favor del desorden, del caos la anarquía, la corrupción, entre otros, nos hemos acostumbrado a ver que se producen y son parte del sistema social dominicano es para que continuemos convencidos que la sociedad dominicana de hoy está más que descompuesta. Esto lo percibimos en cualquier forma por ordinaria que parezca, al colmo, que una parte de la población, vive tan convencida de la falta de autoridad, de respeto a la autoridad y a la leyes y de implementación y práctica de la instituciones, que desde su cargo, trabajo, oficio, como padre o madre de familia y en su grupo de amigos y amigas, vive haciendo y deshaciendo, hace lo que le venga en ganas, porque está consciente cuál es el valor de esta sociedad en la cual vivimos; cuáles son los parámetros de la misma y qué cosas o recursos debe utilizar para evitar no ser sancionado”.
Continúo citando: “Ese espejo es uno de tantos que tiene nuestro contexto social, el mismo donde se mueven sus hijos e hijas, donde el parámetro tal como expresamos es totalmente diferente al que se le inculca desde el hogar, donde se premia al sinvergüenza, al rastrero, al politiquero que consigue lo que quiera por todos los medios, pero es a quien se reconoce, no por su trayectoria, sino por su experiencia en fraudes, viveza política, entiéndase tigueraje a toda costa”.
“El grado de descomposición al que ha llegado nuestra sociedad es tal, que los que han sido educados y criados bajo los elementos de la honradez, la honestidad y la responsabilidad como norte, o sea, totalmente opuesto a lo que hoy es la regla, deben entender cuando les llaman o catalogan de desadaptados o equivocados, porque es cierto que no se puede, de ninguna forma aceptar, ni compartir bajo ningún alegato, los fundamentos bajo los cuales está hoy cimentada la sociedad dominicana”
Tal como puede observarse, la sociedad de ese momento en que hicimos la descripción en dicho artículo citado, hoy es mucho peor. Hoy tenemos de frente a situaciones más grave que hace siete años, desde el punto de vista del orden moral y ético. Estamos viviendo bajo un esquema del que 'sálvese quien pueda'. O la idea de que todo mundo es igual y está en el mismo saco. O que la actitud que se debe asumir es la de la irresponsabilidad y la indiferencia. En fin, son muchos los retos que nos esperan, a todos y todas los que entendemos que el medio social que padecemos no es lo que se requiere para vivir bajo un marco de respeto y orden. Mientras esos cambios de actitudes de cada persona llegue, seguiremos siendo “desadaptados o equivocados”, en un medio social corrompido.