Julio Vasquez.

Radio Renacer

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sábado, 12 de diciembre de 2015

La Conferencia Episcopal clama contra la corrupción pública y privada

Hace unas semanas nos preguntábamos en este mismo espacio: ¿Dónde está la voz profética de nuestros obispos y de los pastores del sector evangélico?
    
Gracias a Dios el Episcopado Dominicano ha hablado colegiadamente en ocasión de celebrarse el miércoles nueve de los corrientes el Día Internacional contra la Corrupción.
    
Sabemos que tanto los obispos, sacerdotes y pastores como la prensa escrita y radial que claman contra la corrupción y su aliado mayor, que es el  sistema de impunidad   casi blindada que ofrece el gobierno de turno a todos los grandes corruptos de cuello blanco vinculados  a las más altas instancias   del Partido de la .Liberación Dominicana,  como  son los casos de su Secretario General, Senador Félix Bautista y Víctor Díaz Rua, Director de Finanzas, entre otros, cuyos expedientes fueron engavetados como parte de un acuerdo politiquero entre Danilo Medina y Leonel Fernández.
    
Como Juan el Bautista, el último de los profetas que presentó a Cristo como el cordero de Dios que quita los pecados del mundo, las Iglesias y con ellas toda la feligresía, tanto católica como evangélica, tenemos que seguir clamando contra la corrupción pública que hoy arropa a la sociedad dominicana como una nube negra, anunciadora de una especie de Tsunami que lo arrasará todo, sin que haya un castigo ejemplar contra tantos corruptos de cuello blanco que dieron un salto de la nada al todo en detrimento del Bien Común.

¡He aquí la gravedad de la corrupción!

Es un atentado público y oficial contra el Bien Común, cuando esta corrupción se vincula a la administración pública sin ningún tipo de sanción, ya que se hicieron arreglos premeditados para que se puedan apoderar de los bienes públicos sin ninguna sanción  ejemplar que pueda servir de freno al egoísmo humano y la pérdida del sentido del pudor y de un mínimo de decencia pública y privada.
    
La misma Iglesia tiene que evitar por todos los medios su vinculación a un régimen donde la corrupción campea por sus fueros sin que se dé la mínima señal de aplicar los correctivos de lugar contra un mal  tan generalizado como el de la corrupción pública en la sociedad dominicana.
    
Si para una muestra un botón es suficiente, tenemos el caso de la OISOE, que depende directamente de la Presidencia de tal manera que se puede definir: “como el rostro de la corrupción palaciega”, por su cercanía al Sr. Presidente y por el hecho de que todo ese personal que mantenía una mafia ofensiva al pudor público fue nombrado por el Sr. Presidente, sin que al día de hoy haya ocurrido nada a los autores directos e indirectos de la trágica muerte del arquitecto que se inmoló en la OISOE como un grito de guerra contra la corrupción palaciega.
    
Juan el Bautista es un modelo de autenticidad y de una vida sobria.
   
 El profeta Isaías lo anunció así: “Mira, envío mi mensajero por delante de ti el cual prepara tu camino. Voz del que grita en el desierto: ¡”Preparen los caminos del Señor, nivelen sus senderos! (Mc. 1-3)
    
Veamos cómo describe el Evangelista San Marcos a Juan el Bautista. : “Iba vestido con pelo de camello, llevaba una correa de cuero en la cintura y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre”. (Mc. 6-7).
    
He aquí la imagen de un líder religioso modelo que no dependía de ningún Mecena que lo apoyara y menos de las autoridades del momento.
    
En el Bautista está descrito y presentado el líder ideal que es aquel que no depende de ningún Mecena público ni privado que le dé el apoyo material con el riesgo de comprometer su voz de profeta, que debe estar únicamente al servicio de la verdad, la búsqueda del Bien Común y la práctica de la justicia y una guerra declarada a la impunidad. 
   
 Inspirado en Juan el Bautista he sostenido la tesis de que el verdadero líder  político y comunitario “debe comer en su casa y beber en el río”, como el Bautista que se alimentaba de insectos y miel de abeja en el desierto para no deberle favores a nadie.
   
 El líder auténtico solamente se debe comprometer con ser un soldado en la búsqueda y defensa del Bien Común. Hoy más que nunca los líderes que buscan el Poder basados en el dinero corruptor son una amenaza contra el Bien Común.
     
¡Qué bueno que Luis Abinader ofrece unas propuestas transformadoras, no comprar conciencias a base de ofertas corruptoras.

Juan Núñez Collado