1.- No importa el tiempo transcurrido; el hecho lo tengo presente como el mismo día que ocurrió, el 2 de junio de 2010. Hoy se cumplen 47 meses de la tentativa de asesinato contra mi hijo Jordi Veras.
2.- Aquellos que se asociaron para matar a Jordi, no solo ejecutaron la acción criminal, sino que también han querido burlar la justicia, utilizando todas clases de artimañas, porque están conscientes de que la vara de la justicia les alcanzará.
3.- En la audiencia de ayer se puso de manifiesto, nuevamente, el concierto entre la Defensoría Pública y Adriano Román, la cual fue reenviada porque el defensor público que había sido designado para asistir a Román, abandonó la sala en un acto de desprecio a los magistrados y a todos los integrantes del tribunal.
4.- El funcionamiento normal de la justicia no puede estar a merced del capricho y conveniencia de Adriano Román, los demás imputados, y la Defensoría Pública.
5.- Resulta una bofetada a la sociedad dominicana decente, que con el mayor descaro una asociación de criminales utilice un órgano del sistema judicial, como la Defensoría Pública, para impedir que se haga justicia.
6.- Una sociedad civilizada no puede vivir bajo el miedo, terror y espanto; el gatillo de los sicarios hay que detenerlo ya, pues de lo contrario el crimen organizado continuará imponiendo sus designios de criminalidad.
7.- Precisamente ahora, cuando el sicariato está en su más alto nivel en nuestro país, se impone que la justicia tome su imperio imponiéndole una sanción ejemplarizadora a los responsables del acto criminal contra mi hijo Jordi.
8.- Los hombres y mujeres más sensatas y consecuentes del país deben mantenerse alerta y firme denunciando y rechazando la delincuencia en todas sus manifestaciones y espacios.
Por: Ramón Antonio Veras.