La ciudad de Recife, una de las sedes del Mundial de Fútbol de Brasil, sufrió una ola de saqueos durante la madrugada de ayer, en medio de una huelga de policías que demandan mejores salarios y que se mantiene pese a haber sido declarada ilegal.
Los desórdenes en esa ciudad nororiental comenzaron al caer la noche y se prolongaron durante la madrugada, con ataques de decenas de personas a comercios y camiones que transportaban alimentos, según confirmaron hoy las autoridades locales.
Recife, capital del estado de Pernambuco, es una de las doce sedes del Mundial de Fútbol que comenzará en junio próximo y que, en su primera fase, tiene programados en esa ciudad los partidos Costa de Marfil-Japón, Italia-Costa Rica y Estados Unidos-Alemania.
El gobernador de Pernambuco, João Lyra Neto, anunció hoy que ha pedido refuerzos de la Fuerza Nacional de Seguridad, un organismo entrenado para combatir disturbios que depende del Gobierno federal, a fin de garantizar el orden en las calles, ante la decisión de los policías de mantener la huelga que iniciaron este miércoles.
Lyra Neto asegura que conversó sobre el asunto la noche de este miércoles con la presidenta Dilma Rousseff, de quien dijo que le expresó “todo su apoyo y solidaridad” para garantizar la seguridad en Recife y su periferia.
Agregó que la llegada de las tropas federales está prevista para hoy mismo y condenó la decisión de los policías de mantener sus protestas en momentos en que sus aspiraciones salariales son objeto de una negociación.
Las negociaciones, sin embargo, permanecen estancadas, ya que las autoridades de Pernambuco han ofrecido un aumento salarial del 14 %, frente al 50 % que exigen los sindicatos de policías.
Lyra Neto señaló que existe una medida cautelar dictada este mismo miércoles por el Superior Tribunal de Justicia, que considera ilegales las huelgas de policías y los obliga a mantener al menos un 30 % de los efectivos en servicio, lo cual en Recife, según el gobernador, no se ha cumplido.
Según medios locales, la ola de saqueos tuvo mayor intensidad en Abreu y Lima, un municipio de la periferia de Recife en el que numerosos comercios no abrieron hoy sus puertas, ante el temor a nuevos desórdenes.
La tensa situación en Recife coincide con una jornada de protesta convocada para hoy por movimientos sociales que denuncian el alto gasto público en el Mundial de Fútbol y exigen mayores inversiones en educación, salud, transporte y otras áreas sociales.