Minerva Saint Hilaire, te fuiste, te marchaste a la presencia del Señor, sin decirnos adios. Un ejército de tus amigos (ángeles y querubines) vinieron con un pasaporte visado para que pudieras entrar por el salón donde solo pasan personas especiales, que como tu lo han dado todo por los demás.
Tu partida nos ha dejado roto los corazones, somos humanos y pensamos como tal, aunque convencidos estamos que Dios te ha llamado para que desde alli puedas seguir realizando tus obras sociales en beneficio de tus amados, los hijos de Machepa.
Sabemos que te dirigiste feliz y encantada a la casa del padre, una invitación que nadie suele posponer. Pero nosotros tus amigos quedamos envueltos en ese manto de nostalgia que no nos permitia reaccionar a tiempo para gritarle al Señor como lo hicieron Maria y Marta por su hermano Lázaro, a quien el buen maestro a sabiendas de que lo iba a resucitar lo lloró amargamente como hoy lo hacemos nosotros. Y recordamos aquella frase famosa del Pintor, escultor e inventor italiano Leonardo Da Vinci, cuando nos dijo; Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así una vida bien usada causa una dulce muerte.
Querida en este mundo ingrato tu diste sentido a tu vida, pues viviste para servir y eso le permitió a miles de personas encontrar tu mano amiga, la misma que encontró Cristo cuando se dirigia al calvario con la cruz a cuestas, tu fuiste para muchos Simón el Cirineo. No te fijaste en color, raza o religión para hacer el bien, wao, que obediente a las Enseñanzas del buen maestro. Recuerdo el año 2009 cuando apretaste muy bien tus pantalones en el telemaratón 'Esperanza para Haití Ahora'
Sabes al darle hacia atras a la pelicula de tu vida todos llegamos a la conclusión que fuiste una imitadora completa de la madre Teresa de Calcuta, pero tambien lo fuiste de Jesús, el fue el primero en hacer obras de bien, por medio del Nuevo Testamento, Jesús mostró amor al sanar gente y proteger a quienes se consideraban impuros.
Nosotros vamos a recordar las finas atenciones que nos ofreciste. Siempre tan atenta para escucharnos y darnos un sabio consejo, dispuesta a toda hora para mediar entre tus amigos para que las cosas marcharan, y dando el mismo trato a los comunicadores que se iniciaban como aquellos que llevaban mucho tiempo en el ejercicio. Siempre con esa sonrisa a flor de labios, como tratando de disimular tus grandes preocupaciones para resolver las necesidades de un conglomerado de personas, que en ocaciones esperaban tu presencia para encender una estufa o para sentar en una silla de ruedas a una persona imposibilitada de caminar.
En verdad que con su llegada al cielo han armado alli tremenda fiesta, pero aqui en la tierra hasta en el aire se siente que algo nos falta, y pensamos en su bella madre y en su flamante esposo, quienes siempre viajaban junto a usted, tambien pensamos y nos preocupa que va a pasar con esos ciudadanos que tanto necesitan de usted. Ojalá que desde su nueva morada usted y sus aliados continuen dandonos su mano amiga..
Yo por mi parte voy a esperar tranquilo el tiempo que sea necesario para volvernos a encontrar en su nueva morada.
Julio Vasquez.
viernes, 16 de mayo de 2014
Minerva Saint-hilaire te fuiste
1:27 a. m.
opinion