Existen diferentes formas en las que puedes manifestar tu opinión y postura ante los fenómenos sociales que arropan o golpean a tu sociedad, al medio en el cual se desenvuelven tus seres queridos, tus hijos, todo el o la que pertenece a ese orden social del cual formamos parte. No podemos seguir viviendo como si fuera de espaldas a la realidad que tenemos. Lo que afecta a lo mejor del país, afecta a todos y todas. No podemos seguir pensando que vivimos en una burbuja, por más poder económico, político, social o eclesiástico; no estamos al margen de ser afectados por la delincuencia, el crimen organizado, el caos y el desorden que se ha entronizado en la mayoría y las más importantes instituciones del Estado. Ninguna puede ser excluida de “lanzar la primera piedra” y decir que en sus filas no ha sido tocada o afectada por la descomposición social.
Cada sociedad elabora su “remedio” y antídoto para enfrentar las cosas que está padeciendo. No podemos buscar fórmulas extranjeras para ello, somos los dominicanos y dominicanas que debemos crear esa manera para darle la cara a nuestros temores, a nuestro pasado, enfrentar nuestra historia; que la misma no se vuelva repetitiva y que ha permitido que se haya ido acumulando un germen peligroso para las actuales generaciones y ni qué decir para las futuras.
Pero si no hacemos la base hoy, no hacemos nada con pensar como ilusos en un mañana mejor. Estaremos simplemente siendo testigos de lo que nuestros hijos e hijas o nietos y nietas, recogerán o cosecharán; el producto de todo lo que hoy dejemos de hacer en su favor.
Es nuestra responsabilidad como padres, abuelos, hombres, mujeres, inversionistas, empresarios, comerciantes, empleadores, trabajadores, obreros, chiriperos, como políticos, militares, policías, jueces, fiscales; en fin, como ciudadanos y ciudadanas de un país que necesita cambiar y hace tiempo que está creciendo en crisis. Pero eso no implica que todos y todas estemos en esa situación, ni que hayamos claudicado ante los fenómenos que nos acechan en algunos casos o nos han afectado en otros.
Una de las formas en que podemos hacerlo, como iniciativa, por esto apoyo la idea enarbolada por La Comisión Nacional de Pastoral Familiar, que ha organizado para el próximo 25 de noviembre del año en curso, 2012, una marcha o caminata, denominada: “Un Paso Por Mi Familia”; con esto se busca crear conciencia en cada uno de los que integran el seno familiar dominicano. Buscar que a través de uno de los entes sociales, la familia, podamos comenzar a rescatar esos valores que tanto se han perdido en el orden del respeto, de la responsabilidad, del amor, del cariño, de la solidaridad, de la honestidad y del trabajo.
Pienso que esta es una manera en la que se puede demostrar de forma individual un llamado colectivo a todo aquel o aquella que piense que las cosas no se pueden o que cualquier esfuerzo es vano y que todo está perdido. O que piensen que todo el organigrama familiar está en crisis y una parte no es el todo. Con la parte sana y buena que existe podemos iniciar los cambios que requiere esto, que hoy está agrietado.
Se requiere de una sociedad más justa, donde no tenga más valor el sinvergüenza que el hombre honesto. Que no sea considerado un iluso la persona que tenga el pensamiento de respetar las leyes y las instituciones.
Esta hermosa y valiosa idea que hemos esbozado, tendrá lugar en las once Diócesis que están diseminadas en el país, la de Santiago partiría desde la explanada del Monumento a los Héroes de la Restauración, a partir de las 9 de la mañana; esto será iniciará al unísono en cada una donde estén ubicadas las Diócesis y cada quien dará un paso por su familia, hasta el mediodía en que se realizará una celebración Eucarística. En el caso de Santiago finalizará en la Catedral.
Decidamos hacer algo distinto por lo mejor de este pueblo que merece hace tiempo un hálito de esperanza. Dejemos la indiferencia, la apatía, y el pensar que lo que hoy ocurre no te ha afectado ni te afectará, recuerda que no vives, como indicamos más arriba, en una burbuja, no puedes pensar que vives ajeno a los problemas sociales del país y que todo comienza y termina tan sólo hasta donde llegan tus intereses particulares. Sino que este es el medio social en el que se desenvuelven tus hijos e hijas, nietos y nietas, decídete a “dar un paso por tu familia”, hazlo por tus demás seres queridos, por tus vecinos, tus compañeros de trabajo, tu comunidad, pero hazlo y participa.
Ese día se recuerda el día precisamente de la No Violencia en contra de la Mujer, es propicia la ocasión también para recordar las tantas muertes provocadas en este año y lo penoso de las estadísticas de los últimos seis años que sobre pasan el millar. Es de todas maneras un buen motivo para llevar un mensaje nuevo y liberador.
Si una sociedad quiere cambios, debe producirlos desde el seno familiar, la educación del hogar se ha ido perdiendo. Entonces caminemos pues juntos el próximo 25 de noviembre por la familia, por una sociedad más justa y solidaria.
Lic. Jordi veras.