Ciudad del Vaticano, 16 nov (EFE).
- El papa Benedicto XVI afirma que los jóvenes cristianos tienen que ser los primeros misioneros en el mundo, tienen que usar internet para divulgar el Evangelio y conocer la fe de forma tan precisa "como un especialista en informática conoce el sistema operativo de su ordenador". El pontífice así lo manifiesta en el Mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebrará del 23 al 28 de julio del año que viene en Río de Janeiro (Brasil), que tiene como lema "Id y haced discípulos a todos los pueblos", hecho público hoy por el Vaticano.
En su mensaje, el papa recuerda la última JMJ, celebrada en Madrid en agosto de 2011, e invita a los jóvenes a ser los primeros misioneros entre sus coetáneos para compartir "en el continente digital, en este mundo de internet" la belleza del encuentro con Jesús y dejarse atraer por Él.
"¡Dejaos atraer por él! ¡Vivid esta experiencia del encuentro con Cristo, junto a tantos otros jóvenes que se reunirán en Río para el próximo encuentro mundial! Dejaos amar por él y seréis los testigos que el mundo tanto necesita", escribió el papa en su mensaje.
Benedicto XVI señala que hay muchos jóvenes hoy en día que dudan profundamente de que la vida sea un don y no ven con claridad su camino y que por ello, ante las dificultades del mundo contemporáneo, es necesario mostrarles que la luz de la fe es la que ilumina esa oscuridad.
"La Iglesia cuenta con vosotros. Sois los primeros misioneros entre los jóvenes, sois los que vais a recoger la antorcha de manos de vuestros mayores y a vivir en el mundo en el momento de las más gigantescas transformaciones de su historia. Sois los que vais a formar la sociedad de mañana", subrayó el papa recordando el Mensaje de Pablo VI a los jóvenes tras el Concilio Vaticano II.
El pontífice agregó que esas palabras son de gran actualidad hoy en día, ya que estamos -dijo- atravesando un período histórico muy particular.
"El progreso técnico nos ha ofrecido posibilidades inauditas de interacción entre los hombres y la población, pero la globalización de estas relaciones sólo será positiva y hará crecer el mundo en humanidad si se basa no en el materialismo sino en el amor, que es la única realidad capaz de colmar el corazón de cada uno y de unir a las personas", escribió.
Benedicto XVI asegura que el hombre que se olvida de Dios "se queda sin esperanza y es incapaz de amar a su semejante" y que por ello es urgente testimoniar su presencia, "ya que la salvación de la humanidad y la salvación de cada uno de nosotros están en juego".
El papa se pregunta ¿qué significa ser misioneros? y afirma que ante todo ser discípulos de Cristo, escuchar una y otra vez la invitación a seguirle y transmitir la fe "con valentía, enfrentándose a pruebas e incomprensiones", como muchos fieles de otras épocas.
Pero para ello, recuerda a los jóvenes que es necesario que conozcan aquello en lo que se cree, para poder anunciarlo.
"Tenéis que conocer vuestra fe de forma tan precisa como un especialista en informática conoce el sistema operativo de su ordenador, como un buen músico conoce su pieza musical. Tenéis que estar profundamente enraizados en la fe para enfrentaros a los retos y tentaciones de este tiempo con fuerza y decisión", señaló.
El papa anima a los jóvenes a llegar a todos los pueblos del mundo y a abrir los ojos y mirar en torno a ellos, "ya que hay muchos jóvenes que han perdido el sentido de su existencia" y necesitan a Cristo,
Benedicto XVI señala que algunos de esos jóvenes están lejos de Cristo porque su cultura no deja espacio a Dios, otros porque aún no han conocido el Evangelio y otros "porque a pesar de haberlo recibido, viven como si Dios no existiese".
"Abramos a todos las puertas de nuestro corazón; intentemos entrar en diálogo con ellos, con sencillez y respeto mutuo. Este diálogo, si es vivido con verdadera amistad, dará fruto", aseguró.
El papa les dice que deben realizar el compromiso misionero especialmente a través del campo de las comunicaciones sociales, en particular internet, y en el mundo de la inmigración.
"Sabed usar con sabiduría este medio, considerando las insidias que contiene, en particular el riesgo de la dependencia, de confundir el mundo real con el virtual, de sustituir el encuentro y el diálogo directo con las personas con los contactos en la red", afirma.
Autor: Juan Lara.